Vintage Restaurant &Bar en Santa Pola

El mejor arroz negro que he probado con mucha diferencia. Siempre que puedo repito

El ambiente es increíble, la terraza es genial y el interior también es acogedor. Un restaurante de verdad, con camareros con camisa blanca. Música genial. El filete está increíble, 27 €, el atún con arroz, 24 € (lo traen a la sartén, como en una paelia). Con dos cervezas pagamos 60 €. Fuimos un lunes sobre las 16:00. Lo recomiendo si te gusta un ambiente tranquilo y buena comida.

Restaurante con muy ambiente en el puerto. La atención y el servicio muy amables. Hemos comido pulpo muy tierno y sabroso y un arroz negret, de los mejores que hemos probado. Todo acompañado por un vino blanco, recomendación del camarero, que marinaba perfectamente con la comida.

Celebramos el cumpleaños de mi esposa. Nuestro camarero, Igor, fue un auténtico profesional. Nos recomendó la pesca del día, vinos para maridar con platos específicos y tranquilizó a nuestro hijo, que estaba demasiado emocionado. Delicioso. No, eso no. Delicioso. El entorno era el de un puerto deportivo: yates y la multitud que los acompaña. No fue barato, pero sí hermoso y festivo.

Es la primera vez en este restaurante y ha sido una gran experiencia. La comida está muy rica, de los mejores arroces de la zona al igual que la fideuá. El trato del los camareros ha sido muy agradable sobretodo Paco, que ha estado atento en todo momento y muy agradable. Repetiremos seguro.

Una comida excelente, servida con mucho cariño y amabilidad, gracias a Paco por su atención. Repetiremos.

Cena especial velada agradable, buen servicio y atención al cliente.

Ubicación sensacional al club náutico , comida excelente y muy buena atención .

Excelente como siempre. En la terraza extraordinario. El personal atento y muy profesional, cualquier petición se atiende . Sólo pediría dos cosas: que tengan una carta física, para un restaurante de esta categoría y las mesas en la terraza, dentro tener un mantel, me molesta tener que dejar los cubiertos en una mesa al aire libre, que no me han limpiado al sentarme y que recibe polvo por estar al aire libre. Esto deben solucionarlo.

En el corazón del puerto de Santa Pola, donde las redes descansan después del faenar diario y la brisa marina arrastra el perfume del Mediterráneo, se alza el Restaurant & Bar Vintage, un templo del arroz que rinde culto a la tradición gastronómica alicantina con una fidelidad conmovedora. Santa Pola, ciudad salinera por excelencia, no sólo presume de paisajes marinos y atardeceres salpicados de velas, sino de una lonja reconocida entre las mejores del Mediterráneo, un privilegio que se refleja en la calidad de la materia prima que llega cada día a los fogones del Vintage. Y allí, el mar y la tierra se convierten en arte. He sido comensal habitual de este restaurante durante años, y en cada visita me he reencontrado con un festín gastronómico de altura. Sus arroces, en cualquiera de sus versiones —ya sea meloso, seco o caldoso—, son un delirio de dioses, una experiencia sensorial que demuestra que aquí conocen el ADN del arroz de la terreta. En el caso del arroz seco, alcanzan la perfección técnica: capa fina, sabor profundo y ese punto que le da la “ñora” con ese socarrat dorado que hace suspirar a cualquier alicantino. Cada grano está impregnado del fondo de mar y tierra, perfectamente suelto. El servicio es sobresaliente: cercano, ágil y conocedor del producto. Uno tiene la sensación de estar en casa, pero con la elegancia de una cocina que respeta lo clásico y no necesita artificios. Lo demás, simplemente suma: el escaparate del puerto santapolero, con sus barcas, redes secándose al sol y reflejos dorados sobre el agua, completa una experiencia que va más allá del paladar: es un homenaje a la identidad alicantina. En definitiva, el Restaurant & Bar Vintage no sólo ofrece comida: ofrece cultura, memoria y excelencia. Y lo hace sin alardes, desde la humildad de quien sabe que lo importante es el sabor, el producto y el alma de la cocina mediterránea. @josejuanraymundo