Vinacoteca Geli Zarracina en Gijón

03/08/2025: Este lugar es genial. El jardín de cerveza/castillo inflable es una parada obligatoria para padres con niños pequeños después de la playa.

02/08/2025: Primera vez en mucho tiempo que voy, sorpresa total. El aparcamiento estaba lleno a más no poder con una gran cantidad de coches aparcando fuera del recinto. La terraza y el comedor estaban completamente ocupados y conseguimos sentarnos a tomar algo casi de milagro. Pasamos con nuestra reserva, la ingente cantidad de gente me hacía temer lo peor. Las palabras de la camarera parecieron confirmar mi nefasto presentimiento: "Vamos a tardar porque la cocina está colapsada". Sin embargo, nos habíamos sentado a las 15:30 y las 16:30 ya estaba servido lo último de todo lo pedido. El maravilloso servicio debe de haber sido entrenado a través de las artes de la guerra, con unas exitosas y eficientes estrategias de despliegue. Los camareros iban de la cocina a las mesas como aviones, colocando los platos con mayor precisión que la de un bombardero su carga explosiva. Si las fuerzas del eje hubieran tenido en su bando gente tan eficiente como la de este lugar, la historia hubiera sido muy diferente. El desfile de carne emplatada llegando a una enorme mesa me recordó a la procesión de semana santa. Al ver el cachopo en nuestra mesa entendí que, si bien en la iglesia hay ciertos dogmas, imposible que nadie ponga en duda que: cachopo, parrilla y sidra son pieza fundamental de una buena comida. Las raciones que se sirvieron eran casi tan abundantes como la bondad del Papa, con una calidad comparable a las pinturas de la Capilla Sixtina en la época de Miguel Ángel y por un precio que pagaría encantado aun incluso si solo pidieran la voluntad. Blitzkrieg a la plancha, Góspel de brasas y fritura