Villuir Restaurant en Valdés

Buena comida… pero el trato deja mucho que desear Fuimos a Villuir con muchas ganas, y aunque la comida estuvo bien, la experiencia se vio empañada por el trato recibido. El camarero que nos atendió fue correcto, pero se notaba que no le caímos en gracia. Mientras en otras mesas ofrecía platos y recomendaciones con entusiasmo, con nosotros su atención fue mínima, seca y distante. La diferencia en el trato fue evidente, tanto en el tiempo de atención como en la cercanía con la que interactuaba con otros clientes. No es algo que esperes cuando sales a disfrutar de una buena comida. En definitiva, aunque el restaurante puede tener cosas buenas, la experiencia fue lo suficientemente incómoda como para no volver. Una pena, porque el servicio es tan importante como la calidad de la comida.

Comi el menú del día. Rico y abundante. Mi pareja el cachopo que estaba espectacular. Súper recomendable

Hemos parado de casualidad, lo cierto no teniamos reserva y nos han atendido a pesar de estar el comedor lleno que ya es un detallazo, hemos comido un variado pulpo, en su punto y una ración abundante, las croquetas de jamón espectaculares,el cachopo villuir de lujo, calamares de luarca tiernos y con un sabor increible, y como no, una fabada asturiana de quitarse el sombrero. Sin duda será un sitio que volveré a visitar.

Hemos comido muy bien! El cachopo espectacular y el servicio inmejorable. Ah! Y nos pusieron de aperitivo un pastel de cabracho (por cuenta de la casa) buenísimo.

Sitio espectacular con comida increible.

Estando de viaje a galicia paramos a cenar porque vi buenas reseñas del sitio. Vaya acierto !!!... éramos 4 y pedimos 3 menús de 25€ y al cuarto que no quería el menú le sugirieron una sopa de marisco y merluza a la plancha. Que rico todo y que cantidades !!!... con los 3 menús habríamos comido los 4. La merluza a la plancha de las mejores que he probado, El menú traía un pudin de pescado riquísimo, unas croquetas caseras muy ricas, un arroz caldoso con marisco que se te saltaban las lágrimas, llevo de trozos de nécoras y gambones por doquier y un pedazo cachopo, bien relleno de queso y jamón serrano acompañado de patatas fritas naturales espectacular... los postres ran caseros buenísimos. El trato de los camareros muy bueno, amigable y cercano, y siempre atentos a lo que nos faltaba. Lo que nos sobró, nos lo pusieron para llevar con mucho mimo. Un gran acierto.

Paramos a comer de camino a Santander y todo muy rico y bien de precio.

Todo genial y muy buena atención.

Un auténtica experiencia gastronómica asturiana y ganas de volver. Pan de 10++, algo que es normal en Galicia y en esta región de Asturias donde estamos. Junto a la ensalada de la casa pedimos dos platos de espárragos rellenos en salsa de oricios (erizo de mar), un cachopo XXL, bebida más los cafés y un detalle que tuvieron. Excelente atención y rápidos en el servicio.

Muy tranquilo por la hora que hemos estado. Baños muy limpios. Desayuno bueno