Villa Mercedes en Sant Antoni de Portmany

¡Una experiencia espectacular en Villa Mercedes, Ibiza! Desde el momento en que llegamos, todo fue sencillamente perfecto. El servicio es de lo mejor que he experimentado: súper personalizado, atento en cada detalle y con una amabilidad que marca la diferencia. Quiero hacer una mención especial a **Manu**, nuestro camarero, y a **David**, el maître, por su trato excepcional. Ambos hicieron que nuestra visita fuera aún más especial con su cercanía, profesionalismo y atención constante. La localización es otro de los grandes puntos fuertes del restaurante: con vistas directas al puerto, el entorno es de ensueño, especialmente al atardecer. La decoración acompaña perfectamente esa atmósfera mágica, con un estilo elegante pero acogedor, ideal para disfrutar tanto en pareja como con amigos. En cuanto a la carta, ¡todo lo que probamos fue un acierto total! Empezamos con el pan de coca, un aperitivo delicioso que abrió el apetito para un carpaccio espectacular. Los calamares estaban en su punto y el arroz a la llauna fue una auténtica delicia. Pero lo que más me sorprendió fue la entraña, ¡súper, súper rica! Sin dejar de lado los postres, el más espectacular, la piña con hierbas ibicencas, algo super diferente y buenísimoo. Y no puedo dejar de destacar los cócteles, tienen una variedad impresionante, desde creaciones de autor hasta opciones completamente personalizadas según tus gustos. ¡Un verdadero must para los amantes de la coctelería! Sin duda, volveré sin pensármelo dos veces. Villa Mercedes es de esos sitios que te hacen sentir especial y que te dejan con ganas de más. ¡Gracias por una noche inolvidable!

Una experiencia gastronómica de diez acompañada por una muy buena atención de camareros dirigidos por un gran equipo, en especial por Bárbara que tenia una capacidad de liderazgo muy profesional.

Hemos venido a cenar y ha sido un servicio increíble , desde la entrada, con un recibimiento por parte de las Hostess muy bueno , hasta el final de la cena. Especial mención a Manuel que nos atendió con una gran sonrisa , y nos recomendó súper bien , hasta David el manager , que nos acogió y nos recibió de la mejor manera , una cena y experiencia de 10!!

Muy bueno todo. La atención de Manuel excelente

Une ambiance superbe avec une vue imprenable sur le port. Le personnel est aux petits soins, toujours souriant et attentionné. Quant à la cuisine, un vrai délice du début à la fin. Une adresse que nous recommandons sans hésitation à 100 % !

Un trato excelente y muy profesional,un lugar encantador y muy buena la cena. Volvemos seguro !!! Gracias

El lugar y la ambientación son increíbles, ideal para disfrutar de un cocktail con vistas al puerto. El staff es excepcional, atentos y un trato muy bueno por parte de todos.

Emplean ingredientes de calidad, lo cual es muy fácil de notar en platos como el carpaccio, la entraña y la frita de pulpo con patata ibicenca (patató). Hacen los cocktails con mucho amor y originalidad para completar un viaje de sabores desde el principio hasta el final. Debo reconocer que los postres me han dejado fantaseando con ellos unos cuántos días después de comerlos, su crema catalana casera es un 11/10. La presentación de los platos es preciosa y perfecta para compartirla en Instagram para darle un poco de celos sanos a mis amigos! Manu nos recomendó muy bien teniendo en cuenta lo exigentes que somos mi pareja y yo y nos hizo reír mucho con sus bromas de muy buen gusto. Los camareros se pasaban cada diez minutos para preguntar qué tal estaba todo y si necesitábamos cualquier cosa, lo que me hace pensar que realmente se preocupan de nuestra experiencia y de dar el mejor servicio. David fue tan agradable como atento y nos contó muchas cosas interesante sobre la isla y lo mejor para hacer durante nuestras vacaciones. Al parecer el personal es nuevo de este año, pero parece que llevaran toda la vida trabajando juntos para hacernos felices. La decoración es minimalista y muy elegante. Así como cambian los colores del atardecer y se encienden las luces empiezan a brillar el diseño arquitectónico y los contrastes de colores claros y oscuros. Las mesas estaban muy bien distribuidas y se podía hablar de forma más íntima que en muchos restaurantes. Es una lugar que de fuera puede pasar discreto a la vista pero que una vez estás dentro te va sumergiendo. La música de fondo fue muy acertada para darle clase a nuestra cena romántica. Sin embargo, nos quedamos con ganas de escuchar su música en vivo, así que tendremos que volver!

Increible servicio y trato! Nos encantó el lugar y la comida. Especial mención al camarero Manuel :) Volveremos seguro

El sitio es precioso, una ubicación súper buena con vistas al mar, elegante y no tiene precios elevados. La atención de Belen, Miguel y Manuel excepcional y los cócteles y el calamar exquisitos!! Sin duda volveré!!