Villa Blanca en Valdés

La fabada muy rica y las croquetas caseras un espectáculo

Ayer día de Viernes Santo comimos allí. Éramos casi 30 personas, con reserva hecha obviamente, para celebrar un evento especial, unas bodas de oro. Simplemente puedo decir que todo estuvo espectacular! El sitio precioso, las mesas, una terraza interior guapísima. La comida riquísima, abundante. Todo servido a tiempo, los platos calentines, el trato de los camareros, vinieron varias veces a preguntar si todo estaba bien.... hicimos algún cambio por alergias o gustos y sin ningún tipo de problema, todo lo contrario, muy pendientes de todos nosotros, sin duda absolutamente recomendable! Gente profesional que ama su trabajo. Luego un paseo por Luarca que es una villa preciosa. Nos prestó mucho a todos. No olvidaremos la celebración ni el sitio. 😊

Estupendo restaurante asturiano, la comida está buenísima y el trato es excelente. Muy recomendable, volveré seguro si visito la ciudad!

En una villa marinera como Luarca, donde el Cantábrico marca el pulso del día a día, hay lugares que capturan la esencia de Asturias sin artificios ni estridencias. Uno de ellos es este restaurante que lleva desde 1958 sirviendo cocina de verdad: honesta, bien elaborada y profundamente ligada al producto local. Nuestra visita coincidió con un momento de alta afluencia, con todas las mesas ocupadas, lo cual ya anticipaba el buen hacer del lugar. Aun así, el servicio no se resintió: el trato fue amable, profesional y muy eficiente. Nos ofrecieron tanto carta como menú, algo que siempre se agradece, y nos decantamos por probar platos variados para tener una panorámica más completa. Comenzamos con unas almejas al natural, servidas simplemente cocidas, sin artificios que oculten su frescura. Tiernas, jugosas y con ese sabor a mar limpio que solo se consigue con producto de primera. A continuación, llegó a la mesa una cazuela de fabas con almejas, de esas que reconcilian con la cocina tradicional. El punto de la faba era perfecto: piel intacta, mantequillosa por dentro, y el caldo bien trabado, con el sabor justo a marisco y sin exceso de grasa. Como entrante frío, una ración de cecina finísima, con un toque de aceite que realzaba su sabor intenso y ligeramente curado. Los principales no se quedaron atrás: una merluza a la sidra, jugosa y en su punto, y una morcillo de ternera guisado con arvejos (guisantes) y guarnición de patatas fritas caseras, que recordaba a los guisos de casa, con mimo, fondo y mucho sabor. Para los postres, dos clásicos de la casa: requesón con miel —una combinación sencilla pero que aquí se convierte en algo especial por la calidad del lácteo— y frixuelos, los tradicionales crepes asturianos, servidos en su versión más pura y sin florituras, lo cual es de agradecer. La limpieza del local era impecable, incluso en un día con tanto movimiento. El ambiente, aunque concurrido, seguía siendo agradable y acogedor. Pasamos algo más de dos horas disfrutando sin prisas, por un precio final de 97,40 € para dos personas, es decir, en torno a 50 € por comensal, incluyendo vino, café y todos los platos descritos. Una excelente relación calidad-precio teniendo en cuenta el nivel de los ingredientes, la elaboración y el entorno. #CocinaAsturiana #GastronomíaTradicional #Luarca #RestaurantesConEncanto #FabasConAlmejas #ProductoLocal #AltaDemanda #CocinaDeSiempre #MarCantábrico #ExperienciaGastronómicaAsturiana

Genial si tienes que comer en ruta ..da gusto

La comida no nos gustó nada, los pescados en sala de oficios era solo nata y como tal sabía, la salsa del pitu era solo aceite y las tartas fatal, no se puede llamar tarta de almendra a un flan con almendras molidas y el camarero que nos atendió un poco borde, le molestaba que preguntásemos por las cosas........para no volver, muy caro para la comida que hacen

Buena comida y relación calidad-precio. Un sitio con historia, ambiente agradable y mesas bien colocadas. El servicio estupendo con unos camareros muy educados. Repetiría.

Fenomenal, hemos comido genial, el arroz con almejas exquisito por poner una pega las gambas plancha estaban bastantes hechas. Volveremos a comer aquí cuando volvamos por estas preciosas tierras.

Fuimos por casualidad, sin referencias y fue todo un acierto. El personal amable, la comida riquísima, calidad-precio genial.

Merece la pena alejarse del puerto y centro del pueblo, para comer en este local. Pedimos tanto de menú como carta. La única cosa que no nos gustó, fue que llegamos con antelación, y nos nos dejaron pasar hasta la hora de la reserva, a pesar de tener la mesa montada. De comida, todo espectacular. La fabada riquísima. La fideuá con mejillones super buena. El servicio del personal muy atento y profesional.