Vilallonga Masia Restaurant en Sant Cugat del Vallès

Una experiencia maravillosa de principio a fin. La atención del personal fue excepcional: amables, atentos y siempre dispuestos a ayudar con una sonrisa. Todos los platos que pedimos estaban llenos de sabor y presentado de una manera exquisita. ¡Se nota la calidad de los ingredientes y el mimo en la preparación! Las bravas sorprenden, son de 11. El ambiente es cálido, sereno y acogedor; ideal para disfrutar de la comida y la compañía. El exterior del restaurante es el colofón de la experiencia. Puedes tomar unas copas después de comer, mientras los niños juegan y deleitarte de la belleza de la naturaleza. La relación calidad-precio-estancia es excepcional. Sin duda, volveré pronto y lo recomendaré a todos mis amigos porque combina un servicio impecable con una cocina deliciosa y un ambiente encantador. Alicia L.

Hacía tiempo que no venía y me ha sorprendido gratamente. Carta mucho más completa tanto en comida como en vinos. Nos ofrecieron unas alchofas gratinadas von queso de cabrá trufado que estaban espectaculares. El servicio muy bueno y amables. Repetiremos más a menudo.

He tenido el placer de comer en la Masia. Tanto la comida como el ambiente y el servicio, y empezando por los jefes, los de cocina y de servicio, ha sido de "10". El sitio muy agradable y tranquilo. La comida y las presentaciones espectaculares. El trato con el personal muy amables y serviciales. Un sitio muy recomendable, y una experiencia culinaria de alto nivel. Inma, madre de...

Una masía con buena parrilla. Volveré

Estuvimos un grupo grande de 11 con niños el fin de semana. El entorno privilegiado, estuvimos comiendo en la terraza y con el buen tiempo que hacía espectacular. El servicio de 10 tanto en el proceso de reserva como ya en el restaurante, y un 10 para su encargado Carlos que nos atendió en todo momento con personalización y preocupándose de que estuviéramos agusto. El coulant muy rico. Repetiremos sin duda, un lugar para ir una y 10 veces más.

Excelente comida, servicio y hermosa terraza exterior, especialmente si te gusta ver a los niños montados a caballo debajo. Pero necesita más cazadores de moscas afuera.

Carles, responsable de sala y terraza, se merece un monumento. Lo que tuvo que aguantar ayer no lo paga el dinero. En realidad, a los padres (que no los niños) maleducados de dos mesas. En la que me quedaba delante Martí y compañía no dejaron de tirar comida al suelo y de arriesgar sus vidas subidos a una barandilla que caía al vacío, ante la indiferencia toral de sus padres. En la que quedaba detrás, la pobre Camila lloraba desde nada más llegar, cayéndose de la silla y no encontrando su lugar. Lucas, gateando por la zona de paso haciendo el trabajo de los camareros misión imposible, otra vez ante la indiferencia de sus padres, sin pensar que en cualquier momento le podía caer una bandeja en la cabeza. El momento estelar fue cuando le cambiaron el pañal ahí mismo, en la mesa, ante mí total estupefacción. Y Carles, paciencia y educación máxima en todo momento, gestionando la supervivencia de todos estos niños y el bienestar del resto de comensales. Gracias Carles Pd: la comida y el servicio, impecables

Es la sexta vez que venimos, y como siempre la comida, trato de todo el personal y el ambiente estupendos! Gracias Carlos por tu amabilidad y profesionalidad.y que cada vez que venimos nos haces estar tan agusto. Nos vemos pronto !!

Igor y yo hemos vuelto a ir a comer y como siempre de 10!!!! El lugar con sus vistas es de relax total, el servicio muy bueno empezando por Carlos que es súper atento y acabando por cualquiera de los camareros que nos han atendido y acabando con la comida con sus productos de temporada y calidad. Recomendado 100%. Carlos, hasta la próxima!!! Gracias por todo

Solemos ser fieles a aquello o a aquellos/as que nos hacen sentir bien, felices y confortables, en una experiencia que nos despierta buenas vibraciones. Carlos y Lina (quienes patronan esta increíble nave), es lo que consiguen cada vez que vamos a comer a su restaurante. Es ecuación de muchas variables que funciona muy bien, comida deliciosa, vinos a la altura de la comida, un equipo en cocina que trabajan como un reloj suizo, sincronizados con los camareros de sala o terraza cordiales y atentos, en un entorno increíble y una masia más que acogedora. Cualquier plato es una elección perfecta, pero hoy os voy a incrustar algunos troyanos, "patatas bravas", "Tartar de atún" y si hay alguna cosilla fuera de carta no dudéis en informaros, y también considerarla... sea lo que sea, seguro que os pone los ojos en blanco... "pero... ¡qué bueno está todo y cuánto llegamos a disfrutarlo!" GRACIAS.