Vermuteria Rio, España en Pamplona

El frito de huevo está muy rico.

Este sitio es siempre un acierto y su frito de huevo parada obligatorio. Los camareros son muy trabajadores y sacan un gran volumen de trabajo incluso en sanfermines.

Impresionante como siempre el frito de huevo.

La croceta de frito de huevo ESPECTACULAR

El pintxo de huevo riquísimo. Había gente pero se encuentra hueco y nos atendieron rápido. Sí vuelvo a Pamplona volveré a pasar.

Situado en uno de los centros neuralgicos de bares del casco viejo de Pamplona, es un bar,(desde la reforma, denominado vermuteria) , que junto con el bar museo, situado unos metros mas adelante, siempre tuvo como reclamo un frito que no se ve en muchos sitios, al menos hace ya taitantos años(1953 o 1958)que es desde cuando los hacen, que no es otro que el de huevo 🥚. Y la verdad que no han perdido ni variado la receta porque sigue siendo un frito de 10. Hace ya unos pocos añicos hicieron la reforma e incluso pusieron un contador de los fritos de huevo que iban sacando. En esta ocasión no me fije, pero si que sé que la última vez está ya en off, porqué lógicamente le faltaba local para contabilizar los millones de fritos que habrán servido. También decir que no solo de los fritos vive la vermuteria, porque hay también una carta de pintxos y raciones sensacional. Destacable también la tempura de verduras y la croqueta de txangurro. No se si está bien decir, pero el peazo frito de huevo, siempre recien hecho y tan rico como siempre, me parece hasta barato. Ahí queda eso 😃

Me vuelve loco la cuenta de huevos usados desde 2015. Pedi el pintxo de pulpo con patata y pimentón y estaba espectacular. También probé el frito de huevo, increíble. Repetiré.

Bar mítico de lo viejo, el frito de huevo no defrauda, las tortillas buenísimas, como todos los pinchos en general. Personal amable y eficiente. Local reformado y muy agradable. Buenísimo!

Pare con mi mujer a tomarme un pintxo de huevo y buenísimo super recomendable

No tienen los mejores pinchos de Pamplona, pero su huevo con bechamel y su vermut de grifo son indispensables en cualquier visita. El pasado sábado nos comimos un par de ellos y nunca fallan.