Tierra en Torrico

Si aprecias la tranquilidad, el buen gusto y los detalles cuidados, disfrutarás de una estancia inolvidable en este hotel encantador. Muchas gracias a Lucía Serrat por descubrinos el lugar, a Sol, a Susi y a Oli por convertir cada momento en un bonito recuerdo y ,como no!!, a David Muñoz, su cocina es otro de los detalles que no se olvidan...

Pasar unos días en el Hotel Valdepalacios ha sido una experiencia absolutamente maravillosa, de esas que se quedan grabadas en la memoria. Desde el momento en que llegamos, sentimos que estábamos en un lugar verdaderamente especial, donde la tranquilidad, el buen gusto y la atención al detalle se combinan de forma perfecta. El entorno es simplemente espectacular: la finca, amplia y cuidada con mimo, ofrece un contacto único con la naturaleza. Hicimos un safari por la propiedad que nos dejó sin palabras. Poder ver ciervos, jabalíes y otras especies en libertad, mientras se recorre un paisaje tan auténtico, fue uno de los momentos más mágicos del viaje. La atención por parte de todo el equipo fue impecable. Cada persona con la que tratamos nos hizo sentir como en casa, con una calidez y una profesionalidad difícil de encontrar. Quiero destacar especialmente al chef David Muñoz, cuya cocina es un verdadero espectáculo para los sentidos: cada plato que probamos fue una obra de arte. El desayuno, además, es de esos que uno no olvida: variedad, calidad, y servido con cariño. También queremos agradecer de corazón a Sol, siempre amable y pendiente de cada detalle; a Lucía Serrat, cuya atención fue impecable; y a Susi, con una cercanía y simpatía que marcaron la diferencia. Gracias a ellas, y al resto del equipo, la estancia fue perfecta de principio a fin. Las habitaciones son elegantes, cómodas y acogedoras, decoradas con mucho gusto y con todos los detalles que uno espera en un hotel de esta categoría. Es un lugar ideal para desconectar, descansar y dejarse mimar. Valdepalacios no es solo un hotel, es una experiencia completa que combina lujo, naturaleza, gastronomía y una hospitalidad excepcional. Sin duda, un lugar al que deseamos volver pronto.

Espacio tranquilo y relajante, muy cuidado y la atención impecable. Hemos pasado unas vacaciones familiares excepcionales. El desayuno es increíble. Volveremos seguro. Muchas gracias a todo el equipo!

Paramos a cargar el coche, fuera de hora, nos recibieron y atendieron para poder tomar un refresco.

Experiencia inmejorable en un entorno único. Paz, tranquilidad y buen servicio hacen gala al hotel. Espectacular la comida del restaurante, el trato de todo el personal del hotel y la calidad de las habitaciones (súper amplias).

Un hotel que se dice de 5 estrellas pero con un servicio de 3. Ejemplos: 1) al llegar, no recogen las maletas y tiene que ser el huésped quien estacione el coche en el parking donde no hay sombras (hacía 40 grados); 2) no hay sombrillas de piscina ni tumbonas para todos (solo 5 sombreros y sus respectivas tumbonas), es decir, solo para 5 parejas de huéspedes afortunados; 3) el desayuno se sirve en la mesa y solo nos pusieron lo típico de cualquier cafetería: tostadas, zumo, café y fruta. Sin posibilidad de elegir pan, sin ofrecer huevos o bacon, yogur, cereales, panqueques, etc

Es un sitio increíble, el personal es maravilloso y encantador. Tiene de todo, te hacen sentir como en casa... Tienen actividades y el mejor Tiramisú que he probado! ❤️

El hotel en si es muy bonito, se encuentra en una pareje natural precioso y el interior esta a la altura, tiene múltiples salones con chimenea que te brindan privacidad adornados con mobiliario clásico, y jarrones con flores s( aunque me las esperaba frescas, o al menos secas, no me esperencontrar uno con flores de plástico) Un personal muy atento y servicial, sin embargo es cierto que me esperaba muchísimo más ,especialmente de su restaurante. La calidad muy justa especialmente para el precio que tienen y para lo que se supone debe de ofrecer un hotel de esta categoria, poca variedad y nada destacable. Una carne de mas de 50 euros ( 350 gamos) y el plato no estaba a al altura, ni a nivel de ternura, ni de sabor. Un foie a la plancha pasado y casi seco se veia solo con mirar el exterior ni se como sirivieron eso, la variedad en postres brillaba por su ausencia, y resulto un tanto decepcionante que no tuviesen ninguna opción sin gluten. Por último aunque cuidan pequeños detalles como la cuberteria no se dieron cuenta de que mi bajoplatos estaba manchado de mermelada, lo que me hace pensar que no se cambiaron entre servicio algo a cuidar especialmente en una persona celiaca. En definitiva no repetiria esta experiencia gastronómica.

El restaurante del Hotel Valdepalacios está ubicado en un entorno precioso, rodeado de naturaleza, lo que hace que la experiencia sea muy agradable en cuanto a ubicación y ambiente. Sin embargo, en cuanto a la comida, la experiencia no ha estado a la altura de las expectativas. La carta nos ha parecido poco variada, con opciones limitadas que no terminan de justificar el nivel de precios. La calidad de los platos no era mala, pero tampoco destacaba especialmente, y considerando el coste, la relación calidad-precio nos ha resultado decepcionante. Esperábamos algo más acorde con el prestigio del lugar.

Desde que llegamos la experiencia fue fantástica. Sol es súper cercana, y súper profesional, y nos hizo sentir como en casa. Habitaciones súper amplia, instalaciones idílicas para pasar un día fantástico ¡Como se come, que rico todo! Y que decir de David, un cocinero de 10, que se acerca a saludar después de la cena y explica cada uno de los platos. Gracias por hacernos pasar un fin de semana inolvidable.