Umami en Oviedo

Fuimos a comer a este restaurante el sábado 7 de diciembre. La reserva era para las 14:30 y el show comenzó exactamente a esa hora, algo inusual en estos tiempos. Nos encontramos en un local de reducidas dimensiones, con una pequeña barra a la izquierda y una gran mesa, en la que está encastrada una parrilla que más parece un espejo, con 4 sillas enfrente y otras 2 en cada uno de los dos laterales (8 plazas en total). Llegado el momento, Daniel (responsable de la división de líquidos) actuó de telonero y procedió a informar sobre las distintas posibilidades que ofrecen para que dejes de ser un bulto sospechoso y acompañes la comida con alguna bebida (cervezas variadas, sobre todo japonesas, vino, etc). Después salió a escena la actriz principal Beatriz (creo que ese es su nombre y hermana de Daniel) y comenzó a explicar los rudimentos esenciales sobre la cultura japonesa, detallando ingredientes, menú, manejo de palillos, etc. Comenzado a elaborar los distintos platos, durante dos horas, excepto los postres que son responsabilidad de la madre de los dos actores (la apuntadora que no se ve hasta el final), cuya labor educativa hay que alabar. En resumen, comida japonesa para 8 personas en el mejor ambiente posible, merced a la amabilidad de todos los que te atienden con infinita paciencia y sentido del humor. Eso sí, por el aspecto físico me atrevo a afirmar que son más de origen asturiano que nipón, salvo que algún cirujano haya hecho milagros. Si vienes a Asturias, no te pierdas la experiencia, aunque tienes que reservar con mucha antelación, porque tienen reservas para varios meses. Si sois un grupo de 8, ideal para tener una comida o cena como si estuvieras en tu casa por 45€ persona, más la bebida. Absolutamente recomendable.

Una experiencia diferente a lo habitual, la comida riquísima y además de un trato excelente. Repetiremos sin duda alguna.

Una experiencia religiosa. Umami lo regentan dos hermanos y desde que entras por la puerta es como sentirte en casa. La comida exquisita. 💯 Recomendable .

Un gran acierto. Atención cercana, amabilidad en abundancia, buen hacer en la cocina y una calidad de alto nivel en todos los platos. Mereció la pena esperar para poder disfrutar esta experiencia única. Gracias a Bea, Dani y a la jefa de repostería 😋😉

A ver… en la vida pensé que socializaría tanto… un entorno bastante privado y familiar en el que uno se encuentra cómodo. Si encima la atención es familiar y , además, me dan de comer cosas exquisitas… buff No se como se dice en japonés “salimos del restaurante reservando la próxima visita” pero eso.

Una experiencia maravillosa de principio a fin. Los platos y la preparación espectacular. La amabilidad y simpatia con la que te atienden, están en cada detalle. Un placer realmente. Volveremos 100%

Merece mucho la pena la experiencia. Los dueños generan un ambiente de confianza que te hace disfrutar el doble. Sencillez sin postureo y todo muy fácil. Se nos pasó el tiempo volando. Comida exquisita. En esta ocasión los ocho comensales éramos amigos, pero creo que también puede ser interesante compartir mesa con desconocidos. Os recomiendo reservar con bastante antelación. Hay que ir sí o sí 🤩🤩🤩🤩🤩

Fuimos un grupo de ocho y tuvimos el restaurante para nosotros. Atención inmejorable por parte de todos, que además son madre e hijos. La comida de excelente calidad, cada plato cocinado delante tuyo y explicado. Vas charlando con la chef de forma muy amena. Altamente recomendable.

La experiencia,de lo mejor que vivi gastronómicamente hablando...los platos deliciosos y Bea los explica genial y los cocina genial...para repetir

Sorpresa agradable alrededor de un tepanyaki , poniendo calidad en los productos y cariño y saber hacer dos hermanos y su mama ,regentan este particular restaurante Japones . Con un menu semanal sorprenderan a quienes se acerquen a este restaurante con nombre sabor “sabroso”.