Tula Restaurante en Xàbia

Un sitio que transmite cariño en cada plato. Se nota que los ingredientes son frescos y la cocina se hace con esmero. El servicio fue rápido y amable, siempre atentos a que no faltara nada en la mesa. El lugar tiene un toque moderno sin perder calidez, lo que hace que comer aquí sea una experiencia muy agradable.

Desde la primera vez que visitamos Tula, su cercanía y amabilidad, nos ha hecho sentirnos como en casa. Nos encanta que siempre nos sorprendan con maravillosos “fueras de carta” y su empeño por trabajar con el mejor producto de proximidad adaptándose a la captura del día. Todos los platos nuevos que hemos ido probando cada temporada nos han seguido sorprendiendo, transportándonos a otros lugares. Es también de agradecer la variación de sus vinos por copa, apostando por bodegas diferentes y buscando vinos especiales.

No defrauda. Cocina de muy alta calidad en restauranteuy íntimo. Una cena muy agradable

Ambiente, comida y servicio increíble.

Año 2025 Siguen en su línea innovadora. Productos frescos de la zona y el último fichaje, pan elaborado en la provincia de Zamora. Os lo aconsejo. Hasta la próxima. Año 2023 No me ha decepcionado, ni la comida, ni el ambiente, ni la atención de las 2 camareras. ¡¡¡Es toda un explosión de sabores.!!! Por primera vez, sin indicarlo, te informan del precio de los platos fuera de menu. Por criticar algo, la carta de vinos no es muy extensa, pero suficiente

No conocía este magnífico y coqueto restaurante, ubicado muy cerca de la Playa del Arenal. La proximidad al Mediterráneo imprime carácter a su carta. Solo cuatro mesas, máximo cinco, pueden disfrutar de cada servicio en Tula. Más las dos de la angosta terraza. Aunque se puede optar por un menú degustación, es muy de agradecer que se puedan elegir platos sueltos, que se sirven a mesa completa y con una ración para cada comensal. Fue nuestra opción. Pedimos 6 platos y dos postres y salimos plenamente satisfechos y felices. Cocina elaborada con astucia y fundamento. Servicio atento y amable. Local pequeño, pero mesas bien distribuidas. Precio muy razonable

No conocía este magnífico y coqueto restaurante, ubicado muy cerca de la Playa del Arenal. La proximidad al Mediterráneo imprime carácter a su carta. Solo cuatro mesas, máximo cinco, pueden disfrutar de cada servicio en Tula. Más las dos de la angosta terraza. Aunque se puede optar por un menú degustación, es muy de agradecer que se puedan elegir platos sueltos, que se sirven a mesa completa y con una ración para cada comensal. Fue nuestra opción. Pedimos 6 platos y dos postres y salimos plenamente satisfechos y felices. Cocina elaborada con astucia y fundamento. Servicio atento y amable. Local pequeño, pero mesas bien distribuidas. Precio muy razonable

Muy recomendable vivir la experiencia del Tula. Todo encaja en este sitio. La medida del comedor es perfecta para hacerte sentir cuidado y como en casa de unos amigos. Las mesas sin mantel ni flores ni velas. Lo importante aquí es el producto, las técnicas culinarias y la experiencia del cliente. Era nuestra primera vez y nos dejamos guiar por Clara. Nos decidimos por el menú degustación y acertamos. Te lo recomiendo si vas por primera vez. La combinación de sabores, la mezcla de productos y el producto en sí son una fantasía. Es una gozada Te lo pasas genial y comes muy, muy bien. El precio te aseguro que es muy ajustado por todo lo que vives allí. Los platos están todos exquisitos 😋😋 Mis favoritos, las kokotxas, los tomates secos y el tocinillo 🥹 El servicio de sala es muy profesional y cercano a la vez. La carta está en su web así como los precios. Te recomiendo mucho ir a este restaurante de Xabia si estás por la zona Importante ⚠️ Reserva con tiempo, que solo atienden a 6 mesas por servicio.

Llegué con cero conocimiento sobre el restaurante o comida que comería y me fui sintiéndome totalmente satisfecha después de disfrutar de una experiencia gastronómica perfecta: El menú degustación era simplemente excepcional y aunque a veces los cursos seguían llegando y quizás a veces poco apresurado la atención al detalle es sin embargo excepcional y muy inteligente. Los propietarios han creado un restaurante verdaderamente magnífico que no es relleno, pero muy acogedor. Saliendo de la calle principal, este lugar lleva un puñetazo desafiando su apariencia humilde. Definitivamente volveré.

Gastronómicamente bien. Pases atrevidos, y muy muy conseguidos. Algunos deliciosos (tomate semisecos, buñuelo, bonito..), otros solamente riquísimos (centolla, mollejas..) La anguila con panceta, y los postes no me encantaron… pero bueno. El precio…. razonable para ser una estrella michelín. Y los vinos no están demasiado subidos de precio. El único “pero” es q es muy pequeño, y hay poca intimidad en la conversación. Lo de comer en sofá blando, tampoco me gusta demasiado. Echamos en falta algo de diálogo con el personal de sala, o incluso del chef. Lo valoro con 4⭐️. Le falta un poco para las 5⭐️. Saludos gastroviajeros!!! 👋😎