Tsubu Izakaya en Oviedo

Muy buena experiencia, tuvimos una cena de 10. El sitio es acogedor y el servicio no puede ser mejor, la camarera muy agradable, te asesora sobre la carta si tienes dudas y está muy atenta. La comida espectacular, todo buenísimo. Es la segunda vez que vamos y volveremos seguro. Totalmente recomendable.

Comida de muy buena calidad. Menú pequeño pero muy bueno. Buen servicio. Volveré.

Muy recomendable y la chica majísima

Un sitio muy acogedor, la comida riquísima y la atención de 10, la chica súper atenta amable, aconsejando en todo momento. Todo genial.

Una maravilla de sitio. Cada plato que probamos estaba mejor que el anterior, con una presentación cuidada y un sabor espectacular. Además, la chica que nos atendió fue encantadora, muy atenta y con buenas recomendaciones. Un japonés al que sin duda volveremos.

Uno de los mejores japoneses de Oviedo, producto de calidad. El futomaki relleno de tres tipos de pescado está espectacular. Destacar también la atención

Familia de 4 con afición por la comida japonesa y nos ha encantado. El menú para mesa completa es muy variado, abundante ( incluso para un asturiano), muy sabroso. Sobresaliente. Toda una experiencia.

La comida muy rica y la atención también, por poner una pega, la música un poco "machacona", pero por lo demás, estupendo, para repetir..

Fuimos a cenar a Tsubu Izakaya Japonés en Oviedo, un sitio pequeño y con una carta bastante corta, aunque con propuestas interesantes. Pedimos las Gyozas de Pitu Caleya, los Nigiri de atún, el Uramaki de salmón flambeado, el Uramaki tartar de atún y aguacate, el Uramaki de vieira con manzana y el Futomaki de tres pescados. Lo que más nos sorprendió fue el Nigiri de atún, que literalmente se deshacía como mantequilla. Todos los rolls nos parecieron ligeros y muy suaves de textura, lo que se agradece porque no resultaban pesados. Nuestro favorito fue el Uramaki tartar, aunque el de vieira también nos pareció muy original y distinto a lo que se suele encontrar en otros japoneses. El servicio fue muy atento y amable. Lo único que nos resultó un poco incómodo fue llegar a las 21:00 y estar completamente solos en el local. Al ser tan pequeño, las mesas se van llenando poco a poco y, hacia las 22:00, sí que había algo más de ambiente, pero al principio se hace raro. La cuenta fue de 82 € para dos personas, que nos pareció algo elevado teniendo en cuenta la cantidad, aunque es verdad que la calidad del producto se nota. En general, nos gustó, pero hay algunos detalles que, si se cuidan un poco más, pueden hacer que la experiencia sea más redonda.

Espectacular! Experiencia increíble. Riquísima toda la comida, los postres espectaculares. Recomendado 100%