The Fitzgerald Burger - Capitol en Valencia

Antiguo cine reconvertido en cafetería, con una rehabilitación arquitectónica bien resuelta. Se ha mantenido la altura original de sala, respetando el volumen escénico sin compartimentar en exceso. Conserva elementos estructurales clave —cornisas, arcos, molduras— integrados con mobiliario contemporáneo y materiales neutros. Buena iluminación natural y acústica cuidada. Distribución funcional, sin obstáculos ni ruido visual. El espacio no solo es estético: está bien pensado para usarse. Ideal para desayunar en un entorno amplio, cómodo y con valor patrimonial.

Virginia genial, Me a encantado el sabor muy bueno y la textura buenísima.

Me ha encantado la atención de Virginia, súper paciente a la hora de tomar el pedido, aclaraba las dudas que tuviera. Y la comida siempre que voy a este sitio nunca defrauda, comer en este lugar es ir a lo seguro de que vas a quedar satisfecho 🥹

La atención de Virginia ha sido muy amable, muy bonito restaurante

Me atendió Virginia, una chica súper amable, atenta y muy servicial, quedé muy a gusto con su atención ☺️

Las hamburguesas buenísimas como siempre y muy contenta con el trato de Virginia

La hamburguesa estaba riquísima. La atención de virginia estupenda.

Como siempre me encanta todo de este lugar!! La atención y las hamburguesas 10/10 mi favorita la madame ❤️ volveré siempre que me apetezca una!

Sono stato qualche giorno fa con un amico di sera per un panino, servizio molto rapido, patatine buone, anche l’abbinamento dell’hamburger era buono, peccato che avevo chiesto una cottura media e l’hamburger all’interno era praticamente crudo. Peccato perché avrei dato cinque stelle, ma non si può sbagliare una cosa del genere

Esta cadena de comida americana se caracteriza, básicamente, por ofrecer una versión de fast food algo más elaborada que lo que abunda. Y la verdad es que el resultado es bueno. En concreto, este restaurante se ubica en la concurrida zona céntrica de la ciudad y dentro de un precioso edificio con salón señorial, nada propio de este tipo de restaurantes. El salón es una fusión de estilo barroco de hace siglos con arte callejero al más puro american style; toques fluorescentes con grafitis everywhere pero a su vez una luz ténue bastante agradable para pasar horas y horas allí. En cuanto decoración, no falta detalle. Me enamoró su barra. El contraste es sublime. Son bastante eficientes en el servicio, muy agradables en barra pero faltó profesionalidad en la atención en mesa; se equivocaron en el pedido aunque lo solucionaron sin pelearlo mucho y muy justos en cuanto a la retirada de platos y presentación de la comida; hamburguesa con un mal acabado en conjunto y cucharas de madera para el postre. Escasean los profesionales en hostelería. Como ya me pasó una de las veces en las que cené en un restaurante de esta cadena, la higiene fue mejorable. La calidad de las hamburguesas, en especial de la carne, es de 10. Buena materia prima y verduras frescas. Esta vez tomé la hamburguesa Rockefeller con la carne al punto y compartimos los nachos, sus nuggets de la casa y patatas trufadas de estilo propio, las cuales he de decir que no me entusiasmaron por la salsa tan fuerte que las acompañaba. Rematamos con una deliciosa cheesecake para compartir. En resumen, en general la comida tiene buen sabor y es bastante potente, sobretodo para estómagos como el mío que tienen el filtro alto, pues me sentó algo indigesto teniendo en cuenta que las opciones saludables no existen en su carta y por tanto no tuve opción. Las raciones son abundantes y no me lo pude terminar todo.