Teteria Petra en Córdoba

Recientemente tuve el placer de cenar en este restaurante y debo decir que fue una experiencia fantástica. La comida estaba deliciosa, ¡lo recomiendo muchísimo! Pero lo que realmente hizo mi visita inolvidable fue el personal. Todos fueron increíblemente amables, atentos y profesionales. El servicio fue de primera clase, y se notaba que realmente se preocupaban por hacer sentir cómodos a sus comensales. ¡Recomiendo ampliamente este restaurante y ya estoy deseando volver!

Amigos, en familia quedamos encantados con el sabor; evalúan todo según el criterio halal. Sin duda, lo recomendamos. Teníamos dos planes para ir a un restaurante, los cancelamos y vinimos aquí. No nos arrepentimos de no arriesgarnos en el sabor halal. Ustedes tampoco se arrepentirán. Vengan a firmar con su familia, Elvan.

Hoy probé el tajín de cordero y el cuscús de pollo, ¡y ambos estaban deliciosos! El tajín estaba increíblemente tierno, con especias perfectamente equilibradas y ricos sabores tradicionales marroquíes. El cuscús de pollo era ligero pero contundente, con verduras y especias que lo combinaban todo a la perfección. La comida no solo estaba deliciosa, sino que también estaba preparada halal con mucho cuidado y atención. El personal fue cálido, respetuoso y realmente atento a nuestras necesidades. Si estás en Córdoba y quieres nutrir tu cuerpo y tu alma, este es sin duda el lugar ideal.

Un lugar genial, acogedor y fresco. Nos recibieron muy bien y la comida estuvo buenísima. ¡Bravo!

El ambiente es increíble. La shisha estaba buenísima y el té estaba riquísimo. El personal es muy amable y atento. ¡Muy recomendable! 😊

Un lugar increíblemente tranquilo, una joya escondida en Córdoba para quienes disfrutan del ambiente oriental. El precio es perfecto.

Puntos a tener en cuenta : es mejor si vienes en un grupo reducido, y si llamas para reservar, sobre todo si es un día de lluvia. Nosotras éramos 4, se puede comer bastante bien por 17€ cada una, comimos , tomamos te, (que nos dejamos guiar por el camarero, y nos recomendó el te petra), también cafés y nos llevamos unos dulces porque estábamos muy llenas y no queríamos irnos sin probarlo. Con respecto a la comida : El mejor falafel que he comido, me gustó tanto que el primero lo pedimos para compartir y me pedí un segundo para mí sola, sin dudarlo. Se notaba que la comida era comida casera. Pedimos para compartir : -falafel 10/10 - humus 10/10 -cuscús 10/10 , también muy bueno y con muchos sabores y es bastante contundente, es ideal para compartir - pinchito 10/10 , con guarnición de arroz y ensalada (muy contundente también) -te petra 10/10, la jarra pequeña da para dos vasitos de te aprox para cada una, compartidos entre dos. - nos llevamos dos bandejas de pasteles, ¡ están riquísimos ! y merece la pena llevártelos. Con respecto a los camareros: Son muy atentos y amables, Abdu y dos personas más nos atendieron en todo momento muy bien.

Masha'Allah, comida deliciosa, ambiente relajante con música de laúd.

Al fin una tetería dedicada a ser eso, una tetería. No un sitio de shishas donde te hacen el paripé de darte un "té moruno" que ni sabes qué lleva. La carta es muy satisfactoriamente variada en cuanto al tema tés y cafés y todo muy bien explicado. En cuanto a tema comida ya no hay tanto (normal, es una tetería), y si eres vegano, si mal no recuerdo solo tienes dos opciones: Pedimos couscous, pero no tenían, así que nos pusieron tajin, muy rico (no somos fanes del tajin, así que tampoco tiramos cohetes). El té, evidentemente, muy rico y servido de la manera tradicional. El personal era amabilísimo y muy eficiente. Además un detalle que me importa mucho en sitios con "temática" (por así decirlo) de alguna cultura, es que los trabajadores sean de dicha cultura. "Si no hablo en árabe con el camarero no he ido a un sitio árabe", y aquí han cumplido. Mi cosa favorita de aquí es el ambiente. A mí me cuesta mucho sentirme cómoda en restaurantes, siempre hay mucho estímulo o alguna incomodidad... Pero aquí, aparte de ser muy tranquilo hasta cuando se llena y de estar armoniosa y preciosamente decorado, tiene incluso un jardín con una especie de parcelitas separadas por cortinas. Lástima que nos diésemos cuenta tarde y no probásemos a estar en una..., en fin..., pues tocará volver 😋.

Sitio un poco triste y viejo pero tiene su encanto. Pedimos una jarra grande de rooibos, deberían poner un filtro porque las hierbas terminan en la boca y en medio de los dientes.