Terraza el Mayo en Cullera

Un gran lugar para pasar el día en la playa y comer un buen arroz de Lunes a Jueves. Los fines de semana imposible. Aunque hace falta reformar el local, si vas sin expectativas lo disfrutarás mucho. Susi es muy amable y el arroz abanda está riquísimo.

Es un acierto venir cada vez que vamos a Cullera. El local no está en perfecto estado, pero lo compensa lo buena que está la comida. Un sí siempre

Todo muy bien. El local no está en las mejores condiciones pero lo compensa el trato cercano y la comida tan buena. Volveremos!!

Encantador chiringuito natural dentro de las dunas de la playa del Dossel. Cómida muy rica, hecha con gusto y ambiente muy relajante. Buen servicio de Angélica, la simpática camarera. Volveremos todo el verano !! Venid a disfrutarlo...! 😋

Una experiencia inolvidable que pase hoy en el restaurante MAYO ubicado en culleras donde estuve con familiares ,y mi esposo celebrando mi 2do aniversario de matrimonio. Tuve la dicha de disfrutar una paella deliciosa y no puedo dejar de recomendarlo. La comida fue espectacular, con ese sabor auténtico que solo se encuentra en tierras valencianas en un gran lugar . La atención del personal fue excelente: amables, atentos y con una sonrisa que hace sentir como en casa. Todo esto acompañado por la vista del hermoso mar Mediterráneo, que hace que cada bocado sea aún más especial. ¡Gracias por esta experiencia tan completa! Si pasa por cullera no dejes de pasar por este restaurante tan fantástico donde siempre querrás volver

Lugar con encanto a orilla de la playa.. Un retoque x dentro no vendría mal.. Gente familiar y agradable servicio aunque un poco lentos..tiene sq ir sin prisas y disfrutar..comida excelente , el arroz a banda brutal!! Volveremos pronto

Es un lugar muy acogedor en primera vista de playa,el personal es muy atento y amable y hace que la estancia ayí sea muy agradable.Yo prefiero reservar y pedir lo que me gusta x anticipado aunque luego se me antoje más cosas.hay días en las s que actúa algún grupo y hace la noche más larga y alegre Lo recomiendo.

Desde que les conocí al menos vengo un día a comer aquí cada verano. Es un chiringuito sin pretensiones, pero a pie de playa y con comida muy rica (los arroces están buenísimos siempre). Hoy el servicio estaba un poco desorganizado, pero nos han atendido con una sonrisa. La comida ha valido la pena cualquier contratiempo: hemos pedido gambas encebolladas (un manjar), boquerones fritos (otro manjar) y paella valenciana. De verdad que sólo por lo bien que se come vale la pena venir.

Así que, antes que nada, les doy 5 estrellas para no arruinar aún más su ya baja puntuación (3.1 en TripAdvisor y 3.6 en Google, aunque ya me parezca demasiado). Mi comentario es duro pero sincero, y espero de todo corazón que sea constructivo, primero para ustedes, gerentes, y luego para los próximos clientes de su "restaurante". Así que me pregunto, en primer lugar, cómo pueden empezar un negocio de hostelería sin conocer los mínimos básicos de limpieza, servicio y mucho menos cocina. Al pescado frito no se le añade aceite ni perejil; al pescado a la plancha sí se le añade, y las náuseas aún no se han quitado. Los mejillones están sucios, con más barba y coral que agua de cocción... entre otras cosas, totalmente insípidos. Además, deberían ir acompañados de un plato aparte para poder tirar la concha. En nuestro caso, tuvimos que usar el plato de café donde nos habían servido el limón... que habíamos pedido tiempo antes para los calamares fritos que definitivamente necesitaban desengrasarse. Las patatas bravas estaban frescas, ¡por Dios!, pero por eso mismo deberían haber estado mejor cocinadas. Estaban al dente... y permítanme que les enseñe que las patatas crudas son malas e incomestibles. Para terminar, empezaré por el principio: la bebida se sirvió sin vasos, agua y cerveza en lata. Pedí la copa y llegó sucia y pegajosa; la copa de vino tenía una bonita huella de labios en un lado. Excrementos de pájaro dominaban el alféizar de la ventana, junto a mi cara. Sinceramente, parece una burla para quienes en su tiempo libre están dispuestos a pagar para que les sirvan y coman tranquilamente fuera de casa. Soy restaurador y les aseguro que el tema me toca de cerca. Para terminar: un plato pequeño de patatas bravas, un plato pequeño de mejillones, un plato pequeño de calamares fritos, un plato pequeño de navajas, dos latas de cerveza Amstlel, un poco de agua, una copa de vino blanco de la casa, por un total de 55 €. No digo que sea caro, pero pagaría el doble por la misma cantidad bien servida y mejor cocinada. En este caso, ni siquiera es gratis para la próxima vez. No aceptan pagos con tarjeta y no te avisan al reservar ni a tu llegada, más allá de comentar. Quiero destacar que Valencia se considera la capital gastronómica de España, pero la mayoría de las veces me encuentro en situaciones similares al menos una vez a la semana. Suerte

recomendadísimo , buenísimas las paellitas que hacen, me encanta el entorno y muy familiar,te sientes como en casa.