Teatro Real en Madrid

Espectacular edificio. No me esperaba que fuera así

Carmen en el Teatro Real Madrid, 13 de diciembre de 2025 Al principio, Don José no me impresionó. Reconoció a Micaela con demasiada rapidez —como si el largo y peligroso viaje de una mujer sola no significara nada— y con demasiada rapidez pronunció «mi madre», con el reflejo distraído de quien de repente recuerda la ropa que hay que recoger. La gravedad moral del momento apenas tuvo tiempo de asentarse. Luego estaba el pequeño pero revelador detalle de los documentos de arresto: José los mecanografió, solo para que su superior los presentara como si fueran suyos. Me pareció extrañamente kafkiano, como los hermanos Barnabas de El Castillo, que insisten en ser ayudantes de K. a pesar de que, evidentemente, nunca los había visto antes. Autoridad sin autoría; responsabilidad sin iniciativa. Y, sin embargo, me fue gustando. José me fue gustando. Al final, me hizo llorar. La jugadora de cartas de pelo rubio y rizado —Frasquita (o quizás Mercedes)— interpretó su papel a la perfección. Había una alegría irreprimible en su presencia, un amor por la vida que por momentos parecía incluso mayor que el de Carmen, más ligero e instintivo, menos agobiado por el destino. Las gafas de Micaëla y los pantalones de Escamillo fueron decisiones impactantes: pequeñas decisiones visuales que anclaban sutilmente al personaje. Y cuando Micaëla salta del edificio con una pistola, el momento roza la simple diversión, pero solo superficialmente. Bajo ella se esconde algo mucho más oscuro: una mujer que lucha por su vida contra todo pronóstico, un coraje que se confunde con ingenuidad. Esta será probablemente mi última Carmen del año, después de Praga en enero, Lausana en primavera y Londres y Wurzburgo durante el verano. ¡Qué obra tan maravillosa es Carmen! Muchas gracias.

El Teatro Real es una joya arquitectónica en pleno corazón de Madrid, justo enfrente del Palacio Real. Es uno de los teatros de ópera más importantes de Europa y visitarlo es toda una experiencia. El edificio por fuera es impresionante, con una fachada neoclásica que te deja sin palabras. Por dentro es aún más espectacular, con decoraciones lujosas, lámparas de araña enormes y terciopelos rojos por todos lados. Si vas a ver una ópera o ballet, el nivel es altísimo, tanto de los artistas como de la acústica del teatro. También ofrecen visitas guiadas donde te explican toda la historia del edificio y te dejan ver zonas que normalmente no se ven. Es un plan perfecto para los amantes de la cultura y las artes escénicas. Eso sí, las entradas para las funciones pueden ser caras, pero vale la pena darte el capricho.

Lo que no recomiendo es ver la ópera Carmen que actualmente se representa. Exceptuando el coro y la orquesta.Tanto la puesta en escena como la cantante que interpreta a Carmen un desastre total . Una vergüenza en la trayectoria de las representaciones de este teatro

Una visita muy interesante y necesaria para conocer la historia del Teatro Real

Entrar al Teatro Real es como adentrarse en el corazón cultural de Madrid. Su ubicación frente al Palacio Real le confiere una imponente presencia, y la elegancia rojiza y dorada del auditorio se funde a la perfección con la ingeniería moderna que se esconde tras su estética del siglo XIX. La renovación de la década de 1990 proporcionó la acústica limpia y equilibrada que caracteriza al teatro, y la maquinaria escénica es lo suficientemente avanzada como para gestionar producciones ambiciosas con gran precisión. La programación es internacional, con grandes óperas, elencos de primer nivel, ballet y proyectos contemporáneos que mantienen al teatro anclado en el circuito líder de Europa. El funcionamiento es impecable sin ser rígido, y la experiencia general se siente refinada desde la entrada hasta el final. También hay un toque moderno. La instalación fotovoltaica en la cubierta ha convertido al edificio en un referente de sostenibilidad en recintos históricos. Es un contraste sutil pero significativo con la arquitectura clásica. El Teatro Real es uno de esos lugares donde la tradición, la tecnología y la ambición artística se unen, creando noches realmente especiales.

Desconocíá su valor.Es impresionante .Uno de los teatros más importantes de Europa.Visita obligada en Madrid

Visita muy recomendable en pleno centro de Madrid, en la Plaza de Ópera y de Oriente de Madrid. Buena programación y muy variada. Merece mucho la pena conocerlo. Tiene también visitas guiadas.

Interesante, hermoso y espectacular. Como debía ser. Lástima que no pudimos visitar el backstage. Lástima que el personal no sepa idiomas extranjeros; solo la chica de recepción nos salva el día.

Nos ha gustado mucho esta nueva producción de una ópera emblemática como es La Traviata. Inés Serra es extraordinaria. Resto del elenco y la orquesta y director, excelentes