El pasado viernes comimos en este restaurante, totalmente ambientado en la masía centenaria donde se encuentra ubicado. El servicio discreto y eficiente. El punto fuerte es la gran calidad del producto y buena cocina de todo lo que pedimos. Hicimos una excelente comida. Quiero destacar los caracoles a la llauna, si a alguien le gusta este plato, no se puede perder los de La Granota, sin duda, los mejores que he comido nunca
Eduard Azuara
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20 Octubre 2025
8,0
No es barato pero se come muy bien, especialidad como dice el nombre del restaurante rana, ancas de rana.
Marc Boladeras Vidal
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19 Octubre 2025
10,0
De toda la vida! Si no has probado las ancas de rana, este es el lugar! Muy buena carne a la brasa, las costillas de cabrito rebozadas siempre espectaculares, y las tortillas buenísimas.
Pau Viso
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11 Octubre 2025
10,0
Comida tradicional de buena cantidad en un antiguo hostal.
Montserrat X E
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04 Octubre 2025
8,0
Servicio muy, muy lento, entre plato y plato 3/4 temprano, el arroz de la escudella covadísimo, los caracoles muy normalitos, las costillas de cabrito rebozadas y el conejo brasa correctos. Con todo esto, el precio no queda justificado.
Susanna Blasco i Esteller
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27 Septiembre 2025
6,0
Un lugar muy acogedor... lleno de ranas de todos los tamaños y colores...
Muy bueno todo.😀😀
anna pascual
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19 Septiembre 2025
8,0
Una experiencia excepcional en La Granota de Sant Gregori. Desde el primer instante todo fue perfecto: ambiente acogedor, decoración con encanto, ideal para una comida tranquila con amigos o en pareja.
El servicio fue muy profesional y cercano: el personal atento, con buen conocimiento de los platos, te hace sentir como en casa.
En cuanto a la comida: sabores auténticos, productos frescos y bien combinados. Destacan los platos tradicionales con un toque actual, las raciones generosas y las presentaciones cuidadas. Muy recomendable el entrante de temporada, seguido por algo de carne a la brasa o algún guiso tradicional si quieres algo más contundente. El pollo pequeño es incrwibme. Los postres caseros, deliciosos, cierran con broche de oro. Los vimos pero no probamos !
Relación calidad-precio sobresaliente: no es lo más barato del mundo, pero la calidad lo justifica completamente. Volveré sin duda, un restaurante que reafirma que la buena cocina tradicional aún tiene mucho que ofrecer.
Felicidades!
Juan Fonseca
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18 Septiembre 2025
10,0
Sentimientos contradictorios. Por un lado, me encantan sus ranas y costillas de cabrito, pero por otro lado, los precios están infladísimos por la escasa cantidad que ofrecen.
¿Algo que encuentro de juzgado de guardia? El acompañamiento de la carne debes pagarlo aparte. Esto es simplemente lamentable y deberían cambiarlo.
Albert bp 7
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16 Septiembre 2025
6,0
Comida CATALÁN de toda la vida, casera, simple y buena. No espere platos elgantes y muy bien presentados. Sino una masía con ambiente antiguo y cálido y platos caseros muy buenos. La carne brutal
Siscu Vendrell Ferriol
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06 Septiembre 2025
10,0
El Hostal de la Granota, una antigua masía fundada alrededor de 1850 en Sils, ha pasado de ser una parada obligatoria para viajeros y comerciantes a convertirse en un restaurante de cocina catalana honesta y sin pretensiones. Este lugar conserva la esencia de los fogones de siempre, con platos típicos y tradicionales.
Su carta es amplia, con propuestas que abrazan la cocina catalana y mediterránea más clásica. Sería largo detallarla toda, pero podemos decir que empezamos compartiendo unos entrantes deliciosos: unas habas a la catalana, unos caracoles a la llauna que estaban espectaculares y una esqueixada de bacalao muy fresca, todo acompañado de un par de ensaladas que redondearon el inicio de la comida. Los platos principales siguieron la misma línea auténtica y casera: pies de cerdo a la brasa con judías, costillas y chuletillas de cabrito también a la brasa y una pierna de cabrito al horno con su guarnición. Todo ello lo maridamos con una botella de Puntiapart, un tinto del Empordà, y un blanco Gritelles del Montsant, que aportaron un toque perfecto.
Para terminar, un requesón con cabello de ángel y unas trufas con nata pusieron el punto dulce. El servicio fue impecable, y la relación calidad-precio muy correcta, haciendo que la experiencia fuera redonda y fiel a la tradición de este establecimiento.