Fuimos el domingo almorzar. Por que el bar de al lado, (no tenían ganas de trabajar y han cerrado). así que por proximidad acabamos en la tasca... Que decir al entrar... Todo sublime, le preguntamos a la camarera donde nos sentábamos, y que capacidad sublime para decirnos eso no es cosa mía, pregunten al que manda... Nos giramos hacia la barra y el que nos miro nos dijo yo tampoco el que manda... Bravisima atención 2 personas a la entrada y ninguno a cargo, llego el momento de pedir, y que decir de la grandiosa variedad, tortilla o longanizas, o en su defecto, longanizas y tortilla... Guau, no supimos que elegir menos mal que mi mujer me sacó de dudas y me dijo, pide tortilla con longanizas.sino aún estoy dudando entre su variada carta... Nos pasaron adentro y nos deleitaron mientras esperábamos nuestro medio bocadillo y otro entero. Con las maravillosas vistas de la mesa hacía el baño, con ese embriagador olor que aterciopelaba nuestros sentidos prociniente del baño, Ufff jamás lo olvidaré... Llego el momento del bocadillo y nos presentaron ambos bocadillos iguales, con longanizas y tortilla, montados ambos sobre un pan crujiente a prueba de toda encía sangrante, cuando creíamos que el momento no podía ser más inolvidable, observamos como ambos bocadillos eran del mismo tamaño. Salvo por un par de centímetros sin mezcla adentro, decidimos perturbar el descanso de la camarera para preguntar si es aunque por poco probable ante la magnitud del personal que preparo semejante bocado, digno de los mejores manjares, se habrían equivocado en la ejecion y habían exo ambos de tamaño medio, ante la pregunta se nos comento, no,..esos dos centímetros (señalandose el dedo de la diferencia entre ambos bocadillos, que digo bocadillos.. Ante tal obra magna, dijo es lo que aquí ofrecemos entre uno y otro... No tuve más que quedar ojiplatico, al ver que igual mis ojos indignos no supieron apreciar que la calidad no está en la cantidad sino en que cada bocado, cuenta una historia.. Decidí abrir el bocadillo para asombrarme ante cada pequeño detalle, ese trozo de tortilla, por tramos solo huevo, rebelde, apartado de su amiga la patata, y a su vez a pocos centímetros de él la patata cruda, solitaria, mal cortada Pensando taciturna... que había echo mal en su comportamiento feculoso para ser apartada de su inseparable amigo el huevo...
Ante tal dimensión de lo que mis ojiplaticos ojos observaban, vi algo que llamó aún más si cabe mi atención, desviando la mirada, aún sin querer hacerlo, sabiendo que igual jamás volveré a observar algo tan bello, decidí mirar alrededor de la tortilla blanquecina con sus componentes peleados. Para hayar uno de los dos trozos partidos por la mitad de lo que parecía ser una longaniza,
Si, se lo que estarás pensando. Estare equivocado y no será una longaniza partida por la mitad para un bocadillo entero. Pero dejame decirte que aquello medio frío, arrugado, tumbado boca arriba como diciéndome atrevidamente, (si yo estoy tocando antes que tu la tortilla), allí estaba medio rojo medio crudo como ese inglés que gusta de nuestras playas en valencia en agosto a las 15:00...tuve que decidir que hacer y como posicionar esa longaniza a la, deriva en menos de un palmo de un supuesto bocadillo grande.
Aún estupefacto ante tal obra delante de mi, decidí que su creador lo había montado, para mi disfrute,(faltaría por saber a que hora o qué día) pero que no podía fallarle y decidí morderlo y saborear ese frío por algún lado con otro quemando debido al microondas, necesario para dar sus matices al bocadillo y que cada bocado, sea una sorpresa para mi paladar. Mientras todo ello discutía en mi lengua con un pan que se deshacía por ser del día anterior, pidiendo ser protagonista de tal hazaña echa bocadillo,
Prefiero dejarlo aquí. Por que el resto de la velada prefiero guardarla para mis adentros, como secreto de monaguillo de alta incurnia...
Solo puedo decir gracias tasca los olmos, por demostrarme que aún hay esperanzas, en la cocina tradicional, esa que se ha perdido... Gracias