Tasca Angel en Valencia

Me ha encantado. Recomiendo probarlo todo pero sobretodo las sardinas de la casa.

¡Comida buenísima y buena relación calidad-precio! Sin duda volvería a probar más si tengo la oportunidad. El restaurante suele estar muy concurrido, pero el personal lo gestiona de maravilla.

Me encanta este lugar, las sardinas son famosas pero en realidad todo está buenísimo y a precios muy asequibles. Para repetir cada vez que estoy en Valencia.

Pequeño establecimiento en el centro de la ciudad con aroma de antaño, no dispone de mesas en el interior ni en el exterior. Ofrece buenas tapas tradicionales con productos de la comunidad, que se pueden degustar en la barra.

¡Genial! Las mejores tapas de la historia.

Un histórico bar de tapas inaugurado en 1946, muy apreciado por muchos valencianos, donde la cultura de las tapas está relativamente atrasada en España. El espacio es muy pequeño y estrecho. No hay sitio para sentarse, así que hay que comer de pie, y el sistema consiste en traer la comida directamente de la cocina cuando está preparada. Dos hombres y una mujer de mediana edad, que parecen ser los dueños, estaban ocupados en la cocina. Tras una larga espera, llegó la hora de pedir, y como ya era el tercer plato, pedí solo una caballa a la plancha. Como era marisco, la maridé con el vino de la casa, un vino blanco de la región de Cádiz. La caballa estaba asada en una plancha de hierro y estaba muy bien hecha, con abundante aceite. Parecía estar servida con aceite de oliva, vinagre y albahaca, lo que realzaba el rico sabor de la caballa. La verdad es que es difícil fallar al asar caballa, pero considerando la jugosa carne rosada y la salsa que la acompañaba, estaba tan deliciosa que se podía contar con los dedos de una mano. El maridaje también estuvo bien.

Le daría 6 estrellas a la comida si la hubiera. Sin duda, es el mejor bar de tapas en el que he estado en Valencia. La carta multilingüe en la pared indicaba que es famoso entre los visitantes internacionales. Pedimos varias tapas y ninguna nos decepcionó. Nunca esperé comer hígado de cerdo aquí. Pensaba que los occidentales no comían órganos de animales. Pero me equivoqué por completo. Los valencianos saben apreciarlos y los presentan con un sabor inigualable.

Mamamiaaaaa los huevos de sepia 😛

El lugar más maravilloso y auténtico de la ciudad. Los lugareños vienen a comer algo rápido, lo que siempre es una buena señal. El mejor lugar que comimos. No es un restaurante para sentarse, pero tampoco se supone que las tapas lo sean. Me encantó todo sobre él!

Buena experiencia. Lleno de lugareños, orgullosos de su comida. Nada de lujo, sólo un formato que conocen y se adhieren. Personal amable, aunque se pone agitado. Precios justos. Tienen un letrero multilingüe con su menú, casi sería mejor si quitaran ya que esto no es una trampa para turistas.