16/12/2024: Fuimos a comer porque estábamos en la zona y el sitio es una maravilla… pues la comida también! Es un restaurante junto a la desembocadura del Pas. Tiene un comedor pequeñito, pero varias mesas en terraza que en verano tiene que estarse super bien. El servicio es correcto y los tiempos de espera bajos.., ninguna queja en ese sentido.
Con respecto a la comida, existe un menú del día o una carta, no muy extensa, pero rica, que está pensada en platos para compartir.
Nosotros pedimos:
- aperitivo cortesía de la casa: txipis en tinta con patatas… bastante rico.
- Croquetas de cochinita pibil… muy ricas y sabrosas.
- Brioche de rabas con cebolla, alioli de tinta de calamar y crema cítrica… ¡una maravilla!
- albóndigas de buey en su jugo… la salsa muy muy rica; la carne rica, pero estaba un pelín dura.
- Cochinillo con mango… diferente y rico.
Acabamos llenos y no probamos los postres, perl no sonaban nada mal.
Es un buen lugar, especialmente en verano.
29/08/2024: Éramos dos, fuimos a cenar. El chiringuito se haya situado en el acceso al campo de golf de la zona. Tienen sitio para aparcar, aunque es muy pequeño y tuvimos que aparcar más lejos. El local está colocado en un lugar privilegiado, donde se puede ver toda la desembocadura del Pas, y cuando anochece consiguen un ambiente muy agradable. Hay zona interior, pero todos los comensales estábamos en la terraza.
La única pega que le ponemos al sitio es que las sillas eran las típicas de jardín, de madera durísima, sin cocines, sin reposabrazos y con el respaldo excesivamente echado hacia atrás. Cenamos muy bien, pero con unas sillas mejores hubiéramos cenado fenomenal.
Nos atendieron muy bien, fueron muy amables y nos aconsejaron los platos a elegir dentro de una carta muy cortita. Cada plato llevaba mucha elaboración detrás y no vamos a saber nombrar los platos tal como aparecían en la carta. Primero tomamos cuatro croquetas de guiso de carne y un cangrejo blanco en tempura acompañado con una salsa agridulce y un poco de panceta, todo riquísimo. Después tomamos unas vieiras que venían con una emulsión de un cóctel bastante ácido y unas hamburguesas pequeñas con huevo de codorniz, caviar y marisco. Bueno, podemos decir que estos dos platos estaban increíbles. De postre probamos la tarta de queso con helado de pera, la tarta estaba bastante buena aunque el helado no nos supo mucho a pera. También probamos otro postre que llamaron "metamorfosis" que llevaba varias bolitas de helado de queso, una salsa de anchoa con un pedacito de sobao, una salsa de ginebra y unas perlitas cítricas. Esto estaba riquísimo. Nos ofrecieron pan y acompañamos los platos con varias copas de albariño y tomamos el postre con unas copas de vino dulce. El lugar es de difícil acceso para personas con movilidad reducida y el baño estaba regular. Pagamos 80€.