Era un sitio precioso donde se comía muy bien, comida buena y atención excelente con mesas al aire libre y espacio para jugar los niños. Nosotros celebramos allí los bautizos de nuestros hijos y los invitados quedaron encantados también. Una pena que cerrasen. Un abrazo a los dueños por los buenos momentos y buenos recuerdos que nos llevamos de su local. Gente maravillosa.