Tamán en Madrid

Un mexicano de verdad, sin nachos y con sabores auténticos. Estefanía y Luis Angel nos han llevado de viaje a su país. Mil gracias

Empiezo por lo mejor: la comida. De incuestionable calidad y sabor. Una apuesta muy completa y deliciosa de la gastronomía mexicana. Lo peor: el hecho de que cobren en efectivo es extremadamente llamativo. Por otro lado el servicio personalmente me ha resultado muy cargante, molesto, e incluso con una actitud prepotente. Es una pena porque por la comida sí volvería con mucho agrado pero mi idea de salir a comer o cenar no necesariamente incluye tener que escuchar explicaciones largas y detalladas de cada plato y su historia. Si estoy interesado yo pregunto. Si no lo hago lo que quiero es disfrutar de una comida tranquilo con mi chica sin constantes interrupciones y discursos infumables. Entiendo que esto forma parte de la filosofía de los dueños pero os animo a reconsiderarlo porque se puede apelar a un público más amplio sin necesidad de ser tan intrusivos y avasalladores en lo que de otra manera habría sido una experiencia gastronómica agradable.

Muy rico todo y es una experiencia única. Solo recomendaría que el teléfono que tienen en “google” esté disponible. Servicio y calidad de comida 10/10

Restaurante con ambiente familiar. Destaco la simpatía de las camareras, en concreto de la dueña, que nos explicó muy bien todo lo que íbamos a probar. Toda la comida estuvo muy rica , especialmente la pasta. La único que destacaría a peor es la cantidad de los platos, me esperaba más cantidad.

El mejor resumen de comer en Tamán es que comes como si estuvieras comiendo en el propio México en casa de un amigo que te invita a comer comida casera. Desde que entras hasta que sales sientes los sabores mexicanos de todos los platillos. Cada semana cambian el menú y te explican al comienzo todos los platillos que componen el menú semanal. Las cantidades son generosas, nosotros eramos 5 y probamos todos los platillos del menú. Hemos pedido en total 8 platillos y hemos salido satisfechos y encantados de haber disfrutado la experiencia. Al salir ya me estaban preguntando qué cuándo íbamos a volver.

Si realmente quieres saborear y gozar la gastronomía mexicana auténtica es tu lugar. Recetas ancestrales, clásicas y adaptadas. Platillos de las cocinas de humo o de un recetario familiar. El trato es cordial, amable y muy humano, Estefanía, la dicharachera mesera canta los platos y sirve los margaritas cual campanilla. El ambiente tranquilo en un espacio rústico con un toque muy personal que podemos denominar arte. Imprescindible reserva previa.

Experiencia gastronómica top. De antemano tiene unas contras que hacen dudar como el hincapié en la puntualidad de la llegada, el cobro anticipado de 10 euros por persona o el cobro del restante solo en efectivo. La experiencia total aún así es sobresaliente por la cantidad de sensaciones y pros . Te "invitan" a su casa sin saber lo que vas a comer. La carta cambia semanalmente. Esa puntualidad a la llegada es para ofrecerte un cambio de impresiones en la mesa y explicarte la elaboración de los platos de la semana, con una ilusión en su trabajo de admirar, pedimos todos los platos ya que es una carta corta y a cada cual mejor y además no la adaptaron en unidades al número de comensales. En definitiva, comida casera que difícilmente habrás podido comer antes pues no se trata de un mejicano comercial al uso. Nada de burritos o nachos, comida de una casa tradicional mejicana. De otro nivel.

Excelente. El servicio está muy bien y los platos te transportan a México. Entre 30 y 40€

Una experiencia culinaria espectacular, la comida es deliciosa y sorprendente. Y el trato cercano y amable Ya hemos repetido varias veces y siempre salimos encantados Muy recomendable

Gracias por recibirnos en su casa, Estefanía. Por atendernos de forma tan cercana y amable. Hace un trabajo estupendo con su marido (al que deseamos una pronta recuperación) y su cocinera. Hemos disfrutado un montón de los platos, preparados con mimo y cariño, con ingredientes de primera, que nos llevan a una cultura e un universo culinario que desconocíamos. Gracias por el cariño, y por el hermoso y sabroso viaje culinario. Repetiremos sin dudarlo.