Taberna Tipica La Pequena SL. en Murcia

Desde antes de entrar por la puerta ya puedes ver que la decoración es buena, pero cuando entras te lo demuestra más aún. Muchos productos de la región con buena calidad y precios ajustados para la calidad (supongo que no se puede hacer más hoy en día). El servicio es excelente y el ambiente te invita a relajarte.

Espectacular y emblemático restaurante murciano para deleitarse con lo mejor de la huerta y la gastronomía de la Región. Imprescindible probar los caballitos, el pulpo, los huevos de Miguel y el calamar a la plancha negro y feo. De postre te sorprenderán con el final feliz. Importante reservar con antelación. Aunque el precio por cubierto puede acabar siendo elevado va muy parejo a la calidad del sitio. Recomendable 100%.

Un gran sitio para comer en Murcia centro. Pedimos varias cosas para picar, todo muy rico. Pero sin duda, lo mejor fue el atendimiento por parte de Alba!!! 100% recomendable

Una atención extraordinaria desde el momento de pedir la reserva (no quedaban mesas y entramos en cola de reserva). Nos atendieron estupendamente y nos consiguieron la mesa ajustándonos a un horario más tardío. La limpieza y atención inmejorable; como si nos conocieran de toda la vida. Estancia muy agradable. Temperatura ideal (teniendo en cuenta el gran calor que hacía en Murcia). Servicio ni lento ni demasiado rápido. Ritmo normal para comer con tranquilidad y sin tener que esperar entre platos... El personal de servicio con mucha categoría. Y la comida estupenda y en su punto. No hay más estrellas, pero si las hubiera les pondría diez con matrícula de honor.

Un sitio muy recomendable, sin duda volvería. Buena comida , y buena atención. Estuvimos un grupo de 15 en comedor privado y los camareros muy atentos y profesionales.

Un restaurante exquisito, comida deliciosa. Eso sí, el precio está a la altura de la calidad, es para ir en ocasiones especiales 🫣

He estado hoy..que maravilla de sitio ..nos ha atendido Lola. Q gran persona y q maravilla de chica..volveremos se come genial y el trato maravilloso..

Pues después de años, he decidido actualizar mi reseña en este castizo restaurante de Murcia. Ha pasado tanto que muchas cosas han cambiado, entre ellas el dueño, Miguel, que jubilado ha traspasado el restaurante. Siguen igual las pajaritas del techo, la carta y el metre. Lo que no sigue igual, si no que ha descendido un poco es la calidad de alguno de sus platos. Tapas básicas como las marineras y los caballitos, han perdido “volumen”, igual que la ensalada de tomate con bonito, que es algo escasa. Pero si en algo he notado la diferencia ha sido en un plato que era buque insignia y referencia… las alcachofas de la abuela… ni salsa, ni plato hondo, ni se deshacen en la boca. Ya no son tan tiernas y parte, te las dejas en el plato por su dureza. Una pena. Lo que sí estuvo a la altura, y muy sabrosa, fue la carne. Vaca vieja con mucho sabor y ternura. Los postres en línea, nunca fueron lo mejor. Eso sí, siguen con el detalle de los mini gin-tonics, que ayudan a una digestión pesada. Bueno sí, pero no tanto como antes.

Recientemente fuimos a este local para celebrar un evento, 11 adultos. Nuestra comanda: menú degustación, 2 raciones de pulpo y una de rabo de toro, las bebidas y los cafés. Estuvo bien todo, aunque para nuestra opinión el postre sobraba, no nos gustó. Excelente pan de hogaza. A destacar el pisto que ponen como guarnición de las chuletillas de cabrito lechal.

Nos llevaron en una cena de trabajo a este restaurante en el centro de Murcia a un grupo de 30 personas. Es un restaurante amplio, con una bonita decoración, un servicio correcto y comida bastante rica. Nosotros teníamos un menú cerrado que nos incluyó: una croqueta de berenjena, gambas y jamón (sequita y cremosa, crujiente, una grata sorpresa), ensaladilla rusa murciana (bastante buena, la verdad), verduras a la brasa (comentaron que estaban muy buenas). De principales, podíamos elegir entre solomillo de cerdo al PX y frutos rojos (super tierno y sabroso; la salsa no fue mi favorita, pero era curiosa; buen tamaño de ración), dorada (comentaron que bastante buen sabor) y bacalao (quizás lo más normalito). De postre, teníamos un combinado de pan de calatrava (sin más) y paparajote (nunca lo había probado y la verdad es que es curioso y rico). En general, la comida estaba muy rica, el precio es adecuado y el servicio correcto. Una buena opción donde probar algunos platos tradicionales de la región.