taberna la solia en Villaescusa

Buen servicio y muy buen ambiente. Local decorado con gusto, inspirado en la antigua mina de La Solía. Carta amplia y con opciones para todos los gustos, con buenos cocktails, que te los explican a la perfección.

Estupenda coctelería con una preciosa decoración. Tiene una terraza muy bonita y el trato es inmejorable. Tomamos cafés y gin tónics. Todo muy bien preparado y con una presentación muy original. Y nos dieron una "tapa" muy rica bombón con menta con unas gotas de licor hecho en Potes.

Llegamos de casualidad buscando un sitio de cócteles para un sábado por la tarde, y nos ha encantado!!! Los cócteles riquísimos, y con una estética impecable. El ambiente perfecto, buena decoración, buena música a un volumen agradable para poder conversar, y la atención de la camarera excepcional, explicando toda la carta con tranquilidad, y siempre con una sonrisa. Sin duda volveremos!!!

Hermosa ubicación, excelente servicio y muy buenas bebidas. El mejor bar de Santander.

Ubicación muy buena, bebidas y servicio excelente!

Un ambiente acogedor, único, con personalidad propia, ambientado como una antigua mina de hierro de La Solia. El templo de la cocteleria de Cantabria, capitaneado por Óscar y Rubén Solana. Los cócteles son muy buenos, y son grandes expertos. No se puede pedir más.

Sito recomendable al cien por cien la comida y los cócteles de primera y el trato del personal bueno no lo siguiente como se dice ahora, sin duda que si vuelvo por estas tierras repetiré, des pues de dos años fui a cenar otra vez y vi que ya no estaban allí, que ahora estaban en Santander con una coctelería y fui a visitarlos y como tenía que ser sitio elegante cócteles de diez y el trato de la camarera de diez, se lo recomiendo a todo el mundo

Buen sitio para tomar un cóctel o una cerveza. recomiendo llegar allí andando desde astillero hay una senda para ir andando o en bicicleta son 4 kilómetros

Gran cuidado del detalle, la atención exquisita, recomendado 100% volveremos a probar otro cóctel de autor 🍹🍸

Muy bien todo. Ya conocía el trabajo de Óscar ya que ya había estado varias veces en La Solía de Liaño, donde había tomado muy buenos cócteles y la decoración era muy chula, con toques moteros y estética ruta 66. También conozco La Bandida, con sello de Óscar, si bien orientado a un público más pureta. Así que me quedaba por conocer esta nueva propuesta. Total, que anoche fuimos 4 amigos a tomar unos cócteles a este bar ya que no habíamos estado. Así que voy a empezar a describir las cosas buenas, y por último diré lo malo, lo cual hace que no llegue al 5. La decoración es muy chula, ya que es un local muy tranquilo y elegante con tonos de madera oscuros que dan al bar un tono Vintage estilo Chicago años 20. En cuanto a la carta de cócteles encontramos propuestas muy interesantes, por una parte tenemos los típicos cócteles clásicos de toda la vida, pero por otra parte tenemos cócteles de autor, desde propuestas ahumadas hasta un cóctel pasiego con anchoa, pasando por un cóctel con palomitas. Nosotros pedimos el Copa y Puro que es un coctel con cerveza ahumada y un puro de chocolate, el Shirley Temple (un cóctel sin alcohol), un mojito y un cóctel con palomitas llamado popcorn. Todos muy buenos. Ahora vamos con el único punto negativo, que es la mala organización. No sé si fue sólo ayer o es algo habitual. Me explico. Cuando llegamos al local (anoche sobre las 00.15) vimos a un grupo de 7 personas que estaba esperando fuera, ya que había una cinta que impedía el acceso al local. Sin embargo, no había nadie atendiendo a quienes estábamos esperando ni preguntando a las nuevas personas que llegábamos ya que se veía alguna mesa vacía en las cuales podíamos habernos sentado, pero nadie decía nada ni se acercaba a atendernos. Total, que me acerqué a la barra para preguntarle a Óscar, quién me dijo que iba a hablar con algún camarero para habilitar una mesa, pero a pesar de seguir esperando fuera, no vi que nadie se acercara a darnos ninguna explicación, aunque fuera a decirnos un tiempo aproximado de espera. Total, que el grupo de 7 que iba delante nuestro se cansó y decidieron irse, y sin embargo, al camarero que estaba atendiendo las mesas le escuché acerca de acomodar al grupo de 7, a pesar de que se habían marchado hacía 10 minutos. Es decir, que no eran conscientes ni de que éramos los siguientes ni de quienes estaban esperando. Al final se liberó una mesa de 4 y estuvo vacía durante 15 minutos a pesar de que éramos 4 y todavía pensaban que tenían que acomodar al grupo de 7, por lo que ya pudimos hablar, explicarlo y al final nos sentaron. Luego todo fue bien, aunque la explicación sobre el nombre Solía (la ría que conectaba las minas de Cabárceno) nos la dieron al final, tras haber pagado, cuando eso es algo que hay que hacer al principio, nada más acomodarte. En resumen todo muy bien, excepto la organización.