Taberna la Samorra en Valencia

¡Magnífico lugar con una bonita decoración para disfrutar en el bar!

Comimos de picoteo y genial. Muy bien elaborado, buen servicio y muy bien de precio

Comida excelente, decoración antigua encantadora. Precios muy razonables.

Un buen descubrimiento, nos encantó y seguro que repetiremos, carta bastante original. El ambiente fue genial y las consumiciones también! Me gustó mucho su tinto de verano elaborado y todo lo que picamos estaba increíble. Para repetir y probar más platos!!

Un espectáculo! Está entre mis preferidos. Lleterola, habitas y embutido de Ontinyent, etc. Nunca fallan. Gracias

Ha sido un gran descubrimiento para comer de tapeo. Nos ha atendido Nico con mucha amabilidad. Volveremos en nuestra próxima visita a Valencia

Es una taberna pequeña decorada con mucho estilo. Dispone de pocas mesas en el interior, distribuidas en planta baja y un altillo. En el altillo, en verano hace un poco de calor, no llega bien el aire, pero se medio soluciona con ventiladores. Dispone de terraza exterior. La carta dispone de bastantes entrantes/aperitivos, tapas y platos principales (pocos pero acertados a todos los gustos) No teníamos demasiada hambre y pedimos una tapas a compartir. Ensaladilla de mar, puntilla y figatell clasico y de foie, acomodado de un tinto de verano, y de postre, torrija con helado. Todo muy bueno, la torrija espectacular. Los camareros muy majos, atentos y amables. El servio de cocina rápido. Repetiré para probar más tapas

Es sitio para visitar y volver ! Comida inmejorable y atención exquisita . Nuestro camarero Jorge , GRACIAS . 😉

Un lugar 10/10. Calidad excelente, muy buena selección en el menú representando muy bien la cultura gastronómica de valencia tanto en la carta como en la decoración del local, y trato de los camareros super atento y amables. Muchas gracias y volveremos!

Hemos venido varias veces, pero nunca he subido reseña de este clásico de Ciutat Vella. Es una taberna decorada con mucho encanto, entras en ella y te transporta a otro tiempo: los pies de las mesas de máquinas de coser antiguas, una radio, una máquina de escribir, un cuadro de la Virgen de los Desamparados, un aguamanil, cerámica valenciana… Fuera, en la calle, unas mesas con el Almudín al fondo. Hoy cenamos fuera. El camarero que os atiende es rápido y educado. No nos propone nada, pero anota y sirve la mesa correctamente. Pedimos lo de siempre. Nos encanta ir de tapas. Todo está rico y la materia prima es buena. Las gildas de anchoa, la ensaladilla marinera, las bravas tan originales, la puntilla con un rebozo crujiente y muy finito, la sepia entera a la plancha y el solomillo ibérico con patatas y pimientos de padrón. Y no puedo olvidarme de los figatells. A mi me encantan los de sobrasada. Pero hay también de foie o los tradicionales. Los jóvenes tienen prisa por salir con los amigos. Ya han acabado exámenes, así que de postre bombetas de creamet. Es conveniente reservar porque siempre está lleno. Abren de miércoles a domingo. Por si no lo sabes, hace poco han abierto otro local, John Ganissa, también por la zona. El viernes os subiremos reseña 😉