Taberna Guzman en Córdoba

Gran lugar, muy animado, pero no esperes demasiado de la comida. La carne con salsa de tomate era realmente buena, pero las albóndigas fueron probablemente las peores que he probado en 50 años de visita a España. ¡Pero una gran experiencia!

Local típico andaluz, buen vino y raciones, precios muy ajustados.

Todo iba bien hasta q pedimos el salmorejo. Porfavor. Nunca pedirlo. Una especie de salsa rosa con picadillo de jamón. Mortal. Nada q ver con el salmorejo cordobés.

Gran lugar. Nos paramos en la barra y miramos fútbol. El fino cuesta 1,40€. El vino blanco cuesta 2€. Así que las tapas no son gratis, pero el plato más caro cuesta 3€. No es alta cocina, sí que tiene muy buena onda y es un placer estar ahí. 5 tapas, 1 ración, 2 vinos, 5 finos = 28,75 €. Desearía que St Andrews en Fife pudiera tener un lugar como este. Pero el salario mínimo, las tasas elevadas, el impuesto nacional del 15% para los empleadores y los alquileres exorbitantes garantizarán que nunca llegue a volar. En su lugar, tendré que volver con Guzmán. James Blick tenía razón: es un gran lugar local que acepta extranjeros. Sin embargo, a sus baños les vendría bien atención.

Visité el histórico bar taurino donde, antaño, la gente se reunía para tomar una copa y relajarse después de una corrida, y disfrutar de tapas y aperitivos sencillos. La atmósfera realmente me hizo sentir como si me hubiera transportado al pasado. Los techos altos estaban escasamente espaciados, por lo que la sensación general era de vacío y, al mismo tiempo, parecía una bodega. Lo principal es el vino y, cuando lo pides, se sirve directamente de una barrica de roble. Tomé una copa de vino estilo jerez elaborado en Mondilla, una ciudad cercana a Córdoba, y es una de las señas de identidad de este restaurante. Tenía un sabor fuerte y brillante con alta acidez y era mucho más fuerte que el vino blanco. Pedí dos tipos de tapas que parecían ir bien juntas. Primero, las sardinas en escabeche en vinagre tenían un poco de pescado y eran sabrosas, lo que las convertía en una buena combinación. Los sabores salado y ácido se mezclaban, por lo que comerlos uno a la vez realzaba el sabor de la bebida. Otra tapa era una berenjena en escabeche. No era solo una berenjena, sino una berenjena cruzada con un calabacín. Era agria como si fuera un pepinillo, pero tenía la dulzura única de la berenjena y el calabacín. Esta persona también es un borracho. PD En total, ¡7,2 euros!

Una joya que hay que probar en la corte judía. Súper local y no fácilmente perceptible. Pero una vez dentro, estás en el corazón de la cultura.

Bodega típica de Córdoba de las de antes, la de los "medios" y en la que puedes degustar muchas referencias en formato de tapas, algo que en esta ciudad se ha perdido prácticamente. Lo que pedimos estuvo correcto, sin ninguna sensación excepcional. El ambiente extraordinario y la bulla, asegurada. Los precios, contenidos. Totalmente recomendable.

Córdoba, solera y olorosos y palos cortaos y amontillaos...tapas y raciones a muy buenos precios. Si vienes a Córdoba y no pasas por aquí...te dejas algo importante atrás.

Uno de esos sitios con solera que sin duda hay que conocer en Córdoba. Ambiente de bodega taurino y siempre muy animado, con verdaderos personajes de la ciudad de Córdoba Las tapas sencillas, pero todo de calidad Vinos que sirven directamente de las botas que tienen en la barra. Probamos algo tan típico de la ciudad como es el fiftyfifty, esto es mitad fino mitad PX, y que nos fue perfectamente explicado por un parroquiano con traje y sombrero que con mucha gracia nos puso al día. Sin duda un sitio pintoresco al que merece la pena acercarse

Auténtica bodega en Córdoba, llena de gente local que mantiene el buen ambiente andaluz. La atención fue buenísima, a pesar de estar abarrotado y pudiendo estar desbordado (totalmente comprensible) repetimos en dos ocasiones porque siempre daban ganas de volver. Variedad en comida, su propio vino y todo muy rico!!! Pena no tener fotos porque enseguida nos lo comíamos, lo recomiendo totalmente.