Taberna el Callejón del Gato en Madrid

Hemos comido estupendamente. La atención y el trato, perfectos.

Restante en Pueblo Nuevo. Tiene zona de bar y en el interior al fondo el restaurante. El espacio es estilo rústico, acogedor. Los ingredientes son de calidad, la cantidad de cada plato es generosa, y el sabor es espectacular. Recomendamos cada uno de los platos y nos apuntamos este sitio para ir con familiares, pues les encantará.

Poco valorado para lo fantástico que es

Viendo las críticas que tenía este restaurante no sabíamos que nos podíamos encontrar pero la verdad que desde el minuto 1 todo fue muy bien. Las camareras super atentas. Íbamos con un bebé dormido y dentro del local había mucho ruido, cuando ya estábamos sentados dentro, ellas mismas nos ofrecieron una mesa fuera para que el peque estuviese más tranquilo. La cena estaba muy rica. Sitio para repetir sin duda.

Cenamos muy bien con un servicio de 10, las camareras son muy amables. La comida de 10, una coca con burrata y una pluma ibérica. De postre una tarta de queso casera muy buena .

Aunque no hablábamos muy bien español, la camarera nos ayudó y fue muy amable. La comida estaba muy buena y gastamos poco más de 30 euros para dos.

Reservamos para cenar. Primera visita y gran experiencia. Buena relación calidad-precio. La comida estuvo rica y Mariana nos atendió con mucho cariño haciéndonos recomendaciones para la cena. Sin duda volveremos.

Petfriendly, lo primero que hicieron nada más ver al perrito es sacarle agua 🥰. Pedimos unas croquetas de jamón y estaban muy cremosas y muy ricas. A medio cenar empezó a hacer frío y nos invitaron a entrar dentro con el perro 🙌🏻

La Taberna del Callejón del Gato, ubicada en el barrio de Pacífico, tiene una historia curiosa. Se dice que su nombre proviene de la pequeña callejuela en la que se encuentra actualmente, donde vivían varios gatos muy pintorescos. Los platillos para picar son deliciosos. Las croquetas de jamón son cremosas y caseras, una auténtica delicia. Otra opción fantástica es pedir una coca para compartir mientras esperas el plato principal. Nosotros probamos la de verduras y nos sorprendió gratamente. La masa estaba crujiente y las verduras estaban en su punto. Para el plato principal, pedimos una paella de secreto ibérico y setas variadas. El arroz estaba cocinado a la perfección y la carne estaba jugosa y fresca. Terminamos la comida con una tarta de queso, que estaba realmente rica y cremosa. El personal era muy amable y atento, éramos muchas personas en la mesa y nos traían todo al momento.

Un lugar acogedor. Muy buena calidad y el servicio muy profesional. Mención especial a Mónica.. un encanto