Taberna de Félix en Pontevedra

Estuvimos cuatro personas , disfrutamos de la comida por cierto , todo estupendo , el precio bien relacionado con la calidad y el señor Félix , el dueño un genio por su servicio y amabilidad .

Buena calidad en los platos pero raciones muy justas

Todo excelente, atención cercana y amable. Todo exquisita y buena calidad. Calidad precio de 10!

Fuimos a cenar 4 y fue un descubrimiento total! Estuvo todo riquisimo y muy casero. A destacar las zamburiñas que estaban muy sabrosas y la zorza autentica!! Nos atendio un chico alto majisimo y el trato en general fue muy bueno. Lo recomiendo muchisimo!!

En la taberna de Félix comimos estupendamente, la calidad de la comida fue muy buena y el camarero y Félix fueron muy atentos y serviciales con nosotros. Recomendaría los callos fuera de carta, el pulpo y los calamares en su tinta, un acierto, sin duda volveremos.

La comida buenísima. El trato del camarero y el dueño también inmejorable, muy amables y con sentido del humor. Pedimos varias raciones y de algunas repetimos, todo exquisito y precios muy competitivos. Sin duda muy recomendable, si no fuese nuestro ultimo día en Pontevedra volveríamos.

Llegamos sobre las 3.45 a comer, y nos hicieron un hueco. Además tengo problemas a la hora de tragar, y aunque no tenía nada de . legumbres o caldo, nos dijeron que no me iría sin comer, y me hicieron las albóndigas en puré. Gracias por todo

No recuerdo una ensaladilla mejor que la de este lugar , hemos comido exquisito tan casero , el choco era muy tierno, patatas caseras y el pulpo delicioso 10/10

Tapeo de calidad. Todo rico. Servicio impecable. Amabilidad

¡Una muy buena experiencia! Nos tocó esperar un poco, pero valió mucho la pena. Un sitio casero y familiar, con una atención muy cercana. ¡Todo lo que pedimos estaba buenísimo! Como celiaca tenía la limitación de todo lo que va frito, ya que se usa el mismo aceite para todo, y aun así podía optar a muchísimos platos y se veía conocimiento por parte del personal. Y más allá del conocimiento hubo motivación y una gran sorpresa: ¡Me adaptaron patatas y pimientos! ¡Delicioso! Y para rematar una tarta casera de almendras impresionante. Repetiría. ¡Gracias!