Taberna Casa Pablete en Aranjuez

Calamares y croquetas buenísimas. Como no reservan, puedes tomarte algo mientras esperas mesa, nosotros en 10 minutos estábamos sentados, recomendable ir pronto

Fuimos a almorzar a la madrileña: bocadillo de calamares acompañado por una caña de cerveza para completar el maridaje. Su receta no entraña mayor secreto. Un puñado de calamares rebozados con harina y huevo para ser freídos con abundante aceite y terminar entre pan. Si bien tostar ligeramente el pan, freír en el punto justo (crujientes por fuera y tiernos por dentro) y tirar una buena caña, hacen que sea obligada la parada en este local. Recomendable y repetible.

Súper!!! Gran descubrimiento...

Sus famosas anchoas y matrimonios riquísimos, el bocata calamares de lujo y todo lo que tienen de primerísima calidad. La atención de todos los camareros de 10.

Muy bueno todo. Las patatas con alioli suaves y ricas y el bocadillo de lomo Adobado con queso cabrales estaba brutal.

Un buen sitio donde cenar, raciones abundantes, buen trato del personal, servicio rápido y atento.

Taberna abierta desde 1946, al llegar siempre suele haber gente esperando, la clientela va rotando y en poco tiempo tienes mesa, la carta no es muy amplia y está todo muy bueno.

Uno no sabe que elegir para picotear, ensaladilla, calamares, pincho moruno, alioli, de verdad de lo mejor para tomar unas cañas y comer en plan divertido en Aranjuez. El ambiente una pasada y el servicio rápidos, amables y muy atentos.

Visitar Pablete en Aranjuez siempre es una apuesta segura. Desde que entras, se nota el cuidado en la atención: en nuestro caso nos atendió un camarero latino, muy amable, rápido y educado, que hizo que la experiencia empezara con muy buen pie. La comida estuvo a la altura de la fama del sitio. Probamos sus bocadillos de calamares, con un pan crujiente y dorado que contrasta a la perfección con unos calamares tiernos, sabrosos y en su punto. También pedimos el de pinchos morunos, que estaba espectacular: la carne jugosa, bien marinada y con ese toque especiado que invita a repetir. Las croquetas fueron, sin duda, otro de los puntos fuertes de la noche: cremosas por dentro, con una bechamel suave y delicada, y una capa exterior crujiente que las hacía irresistibles. Todo acompañado de unas cervezas perfectamente tiradas, frescas y con la espuma justa. El ambiente del lugar es un espectáculo para cenar: buen producto, buena atención y, además, con unos precios muy razonables para estar en pleno centro de Aranjuez. Como único punto a mejorar, diría que casi siempre hay que esperar cola para conseguir mesa, pero es algo comprensible teniendo en cuenta lo bien que se come aquí. En definitiva, un lugar totalmente recomendable para disfrutar de la cocina sencilla pero bien hecha, con un trato cercano y profesional. Si vienes a Aranjuez y no visitas Pablete es como sino visitaras Aranjuez.

Éste local ofrece una gran variedad de raciones,tapas y salazones a un buen precio. Nosotros probamos el pisto casero, los mejillones tigres,unos pinchos morunos y unas anchoas caseras. Todo muy rico. La relación calidad precio es buena y el personal fue amable. Repetiremos en nuestra próxima visita a Aranjuez.