Imprescindible. Comer allí es una experiencia que no deberías dejar pasar. Carlos te hace sentir como en casa porque es su casa, y como tal te atiende. Déjate recomendar por sus sugerencias, come y disfruta. Ya sea plato de cuchara, para compartir o carne, todo es un acierto.
¡Larga vida a "Subiendo al cielo"!
Riss Rass
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16 Diciembre 2024
10,0
Un sitio con encanto, con estupendo género. No dejéis de probar la sopa castellana que es brutal.
Todo muy rico. La atención de Carlos es estupenda! Recomendado
Beatriz Vargas
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14 Diciembre 2024
10,0
Sitio espectacular! Fuimos un grupo de amigos, y lo que más nos gustó es la habilidad de recomendarnos platos y acertar 100%. La atención es de 10 y la comida es de lo mejor. Muy amable Carlos, hace que la experiencia sea como sentirse en casa con platos hechos con toda dedicación. Recomendado si o si!
Karla Díaz
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01 Diciembre 2024
10,0
No hay mejor descripción para este lugar que el nombre que tiene ✨
Carlos es un crack, y sumándole la comida, el servicio, las recomendaciones, se vuelven un IMPRESCINDIBLE cuando vengas al Escorial.
Nos hemos quedado encantados🙌🏼
Amalia Pastrana
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01 Diciembre 2024
10,0
Este restaurante es muy bonito, pequeño y acogedor. Su anfitrión y chef, a la ocurrencia camarero, Carlos es un encanto. La comida muy rica, hecha con amor, me gustaron especialmente los legumbres. El tiempo pasa rapido en ese rincon del Escorial. Muchas gracias
Luca Basile
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19 Noviembre 2024
10,0
¡Qué restaurante! La sopa de ajo, un 10 absoluto; lo mismo que las croquetas o la ensalada de atún. El entrecot, magnífico. Y todo (la cocina, el comedor) lo atiende ¡una sola persona! En cuanto al precio, ajustado. Si paráis a comer aquí, acertaréis. El ambiente, además, es muy acogedor.
Antonio Fontana
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12 Noviembre 2024
10,0
Exquisita cocina y estupendo anfitrión CARLOS
Si quieres comer comida cocinada con mimo y en su punto éste es el sitio.
Juan Carlos Picardo
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21 Octubre 2024
10,0
Una experiencia imborrable. Fuimos por azar y volveremos seguro. Comida casera con el sabor de las cosas que se hacen con cariño y amor, como el servicio de Carlos. Alguien que te trata así (y que hace un arroz con leche de saltarse las lágrimas) merece desde luego un aplauso. Una manera de dar de comer y de vivir que se encuentra ya en pocos sitios. Enhorabuena y gracias.
Elena Hernández Sánchez
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11 Octubre 2024
10,0
Se dopo la visita al monastero cercate dove andare a mangiare interrompete le ricerche. Avete trovato il posto. Dopo dieci giorni nella penisola iberica di gran lunga il pasto migliore. Il ristorantino è gestito da una coppia che lo gestisce come se fosse casa loro. Questo si riflette anche nel l’arredamento, eclettico e di gusto particolare. Tutto molto pulito, compreso il bagno dove ci sono ben sei (!) saponi per le mani tra cui scegliere.
Il proprietario, Carlos, è un vero personaggio. Conoscerlo per credere. Come dice lui, nel suo ristorante non ama servire piatti che non mangerebbe lui stesso in primis.
È tutto ottimo: le crocchette, il carpaccio, i ceci (squisiti), il paté di orso e cervo. Abbiamo mangiato parecchio di gusto e spendendo anche relativamente poco. L’acqua non si paga.
Veramente una piacevolissima scoperta.
Fossi del luogo, sarei sicuramente un cliente abituale.
Ps: eravamo gli unici non spagnoli lì dentro. Qualcosa vorrà pur dire.
Carmelo L
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15 Agosto 2024
10,0
Siamo entrati quasi per caso ed è stata un ottima esperienza. Locale con pochissimi tavoli. Il cuoco/gestore (Carlos) ti spiega che lui prepara solo ciò che piace (e che mangia) a lui. Abbiamo preso 5 piatti tutti O T T I M I: croquettas de jamon iberico, corazones de alcachofas (carciofi), carpaccio de Cecina (prosciutto), garbazos fritos (ceci e fave) … il quinto non ricordo il nome. Con due birre, costo per 4? 73,50 euro. Peccato non poterci tornare.
Nigam
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15 Agosto 2024
10,0