Stop en Santander

Estábamos de paso, buscábamos dónde cenar e íbamos con perro. Yo desanimada porque a penas pudimos visitar lo que queríamos por la lluvia y páramos en éste bar a cenar y salí encantada, me cambió totalmente el estado de ánimo. Un atención magnífica, la carta sencilla pero rica y de precio genial. Una maravilla de sitio y de gente que lo trabaja, me sorprendió, no contaba con ello🥰 gracias chicas, estuvimos muuuuy a gusto 🤗

Nos dice Claude Obadia que «antes de soltar amarras, por fuerza, se ha de aceptar que la travesía pudiera no desarrollarse como habíamos anticipado». Y esto viene a cuento porque a mí me ha servido una chica, Camila, que me ha hecho sentirme muy bien. Y las albóndigas de bonito me han sabido a gloria. (Pablo González Mirasol, en Santander, a viernes 29 de agosto del 2025).

Fuimos a tomar unos pinchos. Nos atendió la camarera muy rápida, muy eficaz y muy agradable. Salimos muy contentos

Buen sitio de copas y para picar 😋