El restaurante ofrece una experiencia realmente encantadora: un ambiente estupendo, con una iluminación cuidada que crea una atmósfera cálida y acogedora, y una decoración moderna y con mucho estilo. La comida es muy buena, con platos sabrosos y muy bien presentados, a destacar los tacos de salmón. Pero lo que realmente elevó la velada fue el servicio impecable de Karla, siempre atenta, amable y profesional. Una visita que merece repetirse.
Ambiente cálido y relajado, servicio atento de 10, comida y bebida espectacular. Me apetecía tomar algo sin alcohol pero no sabía que tomar, los camareros (Juan y Carlos) me recomendaron el Ginger boom y me supo a gloria. La galleta de jengibre que acompaña al cóctel és todo un manjar de los dioses. También las bravas para acompañar estaban espectaculares. Volveré sin dudarlo.
Un lugar increíble! La comida es espectacular, el servicio inmejorable! No solo son super profesionales sino que también encantadores! La deco es única y el ambiente bestial!!!!!