Somio Park en Gijón

la comida buena calidad, muy sabrosa, buena presentación y muy abundante .El servicio del personal impecable, muy buena atención y pendientes en todo momento de los comensales. Ambiente cálido y acogedor.

Nuestra idea inicial era hacer una comida con nuestra familia y algunos pocos amigos más cercanos. De 15 personas pasamos a 25 y finalmente fuimos 22. Nos parecía muy soso solo comer, en un día tan especial, así que preguntamos si podíamos hacer una entrada por el arco que tienen durante el aperitivo. Nos dejaron poner una canción que elegimos y tirar flores secas. ¡Incluso nos dejaron hacer un baile justo después de comer! Nuestros padres llegaron una hora tarde por un imprevisto y ellos hicieron todo lo posible por esperar, y adaptarse a última hora a este retraso. Vamos, que muchísima flexibilidad. El trato de 10, de maravilla!! Gracias Henar, Borja, Bea, Cris y María por vuestra paciencia, flexibilidad, por tratarnos tan bien y por hacer de nuestro día uno inolvidable. ¡Siempre lo recordaremos porque fue mejor de lo que podríamos haber imaginado! Ah, y no puedo dejar de mencionar que la comida estaba brutal, buenísima!! Todos los invitados hablaron encantados de lo rico que estaba todo. Seguiremos volviendo por Somió Park sin duda alguna❤️ y si estáis considerando celebrar cualquier cosa aquí, boda, comunión, cumpleaños, aniversario, no lo penséis !! Será decisión acertada fijo!

Buen trato, servicio y comida muy bien preparada

Entorno muy bonito, pero no acompaña el resto. Tendrían que cuidar más todos los detalles para el sitio que es.

Experiencia muy buena. Tanto la comida como el servicio espectacular. Punto extra el parking que hay en el exterior para clientes, muy cómodo.

Menú para varios. Entrantes correctos (fiambres, pan con tomate, croquetas y pastel de cabracho). Después tacos de bonito demasiado poco hechos pero correcto o lingote de cordero (infumable pastiche). Luego torrija (bien, de brioche) con helado (mal, insípido y sin azúcar (???)). Servicio joven, sin experiencia y atolondrado pero voluntarioso. Sirviendo el vino tirándolo por el mantel pero con una sonrisa. Café infumable, amargo y malísimo. Descafeinado de máquina no existe (solo de sobre). Por último, centro de flores marchitas y caídas. Precio alto para lo que ofrecen.

Restaurante y también para tomar el aperitivo al aire libre en un ambiente muy acogedor. Posee unas instalaciones modernas y confortables, todo ello complementado con una cocina asturiana y actual de mucha calidad en los productos y en la elaboración. El servicio cordial y eficiente, pero desbordado por los numerosos clientes.