Simposio Roger Julián en San Antonio de Benagéber

Ambiente muy agradable y muy buena atención, hemos disfrutado la comida y en general la experiencia

Un sitio donde la Cocina es excelente, una explosión de sabores al paladar , velada perfecta

Relación C/P=9/10. SIMPOSIO es un restaurante al que pronto le otorgarán su primera estrella. La magia desde el momento en que entras al pequeño salón es sobrecogedora. Tan solo 6 mesas en una sala coronada por una isla donde Roger cocina con pasión y monta unos magníficos platos que te teletransportan al país de las maravillas. Cocina de mercado muy cuidada. Se nota que hay gran formación y experiencia, y pasión, porque esa es la clave. Roger ama lo que hace, y eso se nota, lo transmite en sus creaciones. Sin lugar a dudas una de las mayores sorpresas de los últimos años. Quizás un par de pases más habrían hecho el evento perfecto. Enhorabuena!

Lugar muy tranquilo , pequeño con mucho encanto, el trato inmejorable , la comida de 10 … recomiendo la tabla de quesos luego de la comida … cocina abierta cuando quieras puedes ver como preparan los platos y preguntar .. es muy familiar ..

El viernes pasado mi pareja me invitó a comer en este restaurante y fue una experiencia inolvidable. En cuanto entré la sensación fue increíble: un ambiente tranquilo, privado y a la vez muy cercano, con una especie de isla donde el chef, Roger, elaboraba minuciosamente los platos, con verdadera vocación y pasión. El servicio de sala (recuerdo solo el nombre de Anka) nos atendió inmediatamente y estuvo pendiente de nosotros en todo momento, sin invadir nuestra intimidad y dejándonos disfrutar de todos los pases (fueron ocho). Desconecté y disfruté tanto de la experiencia que apenas hice fotos de los platos! Quiero destacar el trato impecable, tanto del servicio de sala como del propio Roger, los platos, que estaban deliciosos, (incluido el pan, los diferentes tipos de aceite que nos hicieron probar y el vino), el trabajo en equipo y la coordinación de todo el personal y la calidez del local. Sin duda, 100% recomendable. Nosotros repetiremos!

No tenía ninguna referencia de este magnífico restaurante. Me llevaron unos amigos y fue una gratísima sorpresa. La cocina de Roger Julián es de una enorme y fructífera creatividad, basada en productos de proximidad, seleccionados con esmero y tratados con mucho criterio. El resultado es delicioso. Menús degustación largo o corto, que varían según mercado. Platos muy originales y melodiosos. Una sinfonía dirigida e interpretada por un maestro genial. Nos entusiasmaron dos platos: Topinambur, boletus, castañas y trufa (la quintaesencia del otoño en el paladar) y un All i Pebre espectacular. El postre, Apio, hinojo y manzana, que acompañamos con un Fondillon de 1964, invita a volver a comer 100 veces a este templo de la gastronomía. Las petit fours, deliciosas. A destacar las gominolas de higo. Carta de vinos, cavas y licores suficiente y muy bien seleccionada. Muchas variedades de uva, igual que los aceites, todos valencianos, pero elaborados con diferentes variedades de aceitunas. El local es muy sencillo, pero acogedor y bien iluminado. Solo 4 o 5 mesas, bien distanciadas, lo que, junto con una música de fondo agradable y muy suave, contribuye a que la conversación de los comensales de cada mesa fluya con facilidad y sin molestar a los de otras mesas. El trato es exquisito. El desplazamiento a San Antonio de Benagéber está plenamente justificado. Les sugiero reservar mesa, antes de que se convierta en una tarea casi imposible. La carrera de Roger Julián, un chef joven, experto, serio, riguroso, amable y humilde, está a punto de alcanzar el estrellato. Avisados están.

Un restaurante que personalmente no conocía, comida de gran calidad, buenísima y trato exquisito9. Es un lujo poder ir a este tipo de restaurantes sin necesidad de desplazarse a Valencia.

Sublime experiencia gastronómica. No tenía ninguna referencia de este magnífico restaurante. Me llevaron unos amigos y fue una gratísima sorpresa. La cocina de Roger Julián es de una enorme y fructífera creatividad, basada en productos de proximidad, seleccionados con esmero y tratados con mucho criterio. El resultado es delicioso. Menús degustación largo o corto, que varían según mercado. Platos muy originales y melodiosos. Una sinfonía dirigida e interpretada por un maestro genial. Nos entusiasmaron dos platos: Topinambur, boletus, castañas y trufa (la quintaesencia del otoño en el paladar) y un All i Pebre espectacular. El postre, Apio, hinojo y manzana, que acompañamos con un Fondillon de 1964, invita a volver a comer 100 veces a este templo de la gastronomía. Las petit fours, deliciosas. A destacar las gominolas de higo. Carta de vinos, cavas y licores suficiente y muy bien seleccionada. Muchas variedades de uva, igual que los aceites, todos valencianos, pero elaborados con diferentes variedades de aceitunas. El local es muy sencillo, pero acogedor y bien iluminado. Solo 4 o 5 mesas, bien distanciadas, lo que, junto con una música de fondo agradable y muy suave, contribuye a que la conversación de los comensales de cada mesa fluya con facilidad y sin molestar a los de otras mesas. El trato es exquisito. El desplazamiento a San Antonio de Benagéber está plenamente justificado. Les sugiero reservar mesa, antes de que se convierta en una tarea casi imposible. La carrera de Roger Julián, un chef joven, experto, serio, riguroso, amable y humilde, está a punto de alcanzar el estrellato. Avisados están.

Un restaurante sorprendente, casi escondido… una experiencia gastronómica en un ambiente muy cercano e íntimo. Excelente atención, cuidando todos los detalles. Hay un par de menús, y todos los platos son exquisitos. Vale la pena encontrar este rincón.

Es la primera vez que visitamos Simposio y no será la última, nos ha sorprendido y encantado. Es un gusto ver cómo trabajan en equipo y transmiten su buen rollo a los comensales. Muy cercanos al cliente. Un producto increíble y de proximidad. Soy muy poco aficionada a las aves de caza pero el pichón que nos han presentado ha sido exquisito, para rebañar para todos los platos. Postres ligeros y perfectos para cerrar un menú de diez. Enhorabuena por vuestra propuesta. Mummmm…