Silabario en Vigo

Restaurante ubicado en pleno centro de Vigo, en un precioso mirador acristalado con vistas a la ría en lo alto del edificio de la sede del RC Celta (para un Deportivista da algo de alergia, pero la experiencia lo compensa 😂). Múltiples opciones de menú para todos los gustos y bolsillos: platos de carta, "menú del día" por 38€, y 3 menús degustación de distinta duración. Nosotros optamos por el más largo de los últimos. Producto de temporada y de la tierra, tratado de forma exquisita con elaboraciones muy cuidadas. Personal súper amable. 100% recomendable.

Cenamos en Silabario el menú degustación “corto” que, para una cena, es más que suficiente. El servicio es atento y profesional sin más, el chef sale a presentar y describir cada plato y la sumiller hace lo propio con los vinos, personalmente echo en falta algo más de simpatía y menos “caras serias”, pero nada que objetar al respecto. El local es sobrio y elegante con el aliciente de su forma semicircular panorámica en una planta alta del centro de Vigo con buenas vistas del entorno, iluminación tenue y acogedora. Los platos y los vinos son todos de la tierra, con un trato cuidadoso del producto haciendo un recorrido por productos emblemáticos de la mar, la huerta y el campo, sin grandes alardes y poniendo en valor el producto por encima de todo, excelente también la selección de quesos que se ofrece como opción. Magníficos los vinos también con alguno realmente notable y maridaje con buena relación calidad precio. El precio del menú degustación es también bastante ajustado habida cuenta del nivel del restaurante. Lo recomendaría sin dudar.

Como siempre, nunca defrauda. Sabores intensos y texturas cuidadas, además de una presentación y servicio de 10! 👏🏻

El restaurante está ubicado en el ático del antiguo edificio del Mercantil. Ático bajo cubierta con vistas a la ría. Tomamos el menú Berbés, 38€ sin incluir bebidas. Del menú destacaríamos el rape (que pusieron en lugar del choco) y el bizcocho fluido. En cambio no nos ha convencido el Goulash de xabarín e tortillas de millo (como unos tacos sin más) ni las filloas (el sabor del caramelo demasiado fuerte, enmascara el protagonismo al resto de los componentes del postre) Copa de Rioja Crianza: 7,5€. Café con leche 3,75€ Cerveza Estrella 4€ Servicio bien orquestado: Alberto sale a presentar el menú (sólo al inicio si pides menú y con cada plato si pides carta). Menaje sencillo, mesas con salvamanteles (personalmente prefiero las mesas cubiertas con mantel blanco)

Digno merecedor de una estrella Michelin

Exquisita comida con excelente atención… Una gran experiencia !

Todo perfecto! La comida excelente y el servicio impecable!

La comida excelente ,el ambiente GENIAL Y LAS PROFESIONALES K TRABAJAN ALLI IDEM MUY RECOMENDABLE

El personal inmejorable, un trato excelente. La comida exquisita. Mas que recomendable, obligatorio.

La atención es exquisita, de esas que ya no quedan. Lo camareros y el sumiller te ofrecen información y consejos sin resultar pesados. La comida es sorprendente, novedosa pero honesta con la materia prima. La opción del menú ofrece raciones apropiadas –en muchos restaurantes Michelín o piden una docena de platos o sales con hambre– y los postres son especialmente destacados. El lugar es tranquilo, original y con excelentes vistas, especialmente si tienes la suerte de ocupar una mesa cerca de un ventanal, como nos pasó a nosotros; no obstante, esas mesas no se pueden solicitar, por lo visto dependen de la disponibilidad. La carta de vinos está muy bien escogida. En fin, una experiencia agradable y muy grata.