Fuimos con dos niñas de 8 y 10 años a probar un japonés. Nos hemos dejado aconsejar y nos ha gustado todo mucho, sobre todo la gñoza maki. Nos atendió Quiles y muy amable en todo momento. Los postres muy buenos, la tarta de queso y la oblea de chocolate. Repetiremos seguro
Muy buen sitio para comer, la comida esta muy buena ademas de unos precios asequibles en un sitio tan acogedor, cabe destacar el gran servicio de los camareros/as (Jorge y Ainara) muy atentos a las necesidades de la mesa y buenas recomendaciones de platos
Es la segunda vez que voy después de mucho tiempo, y la verdad que he revivido una experiencia de sabor y frescura increíbles. Son innovadores a la par que cuidadosos con el sabor de sus productos. Para mi y mi pareja un 10 sobre 10. Por cierto, Quiles ha sido un camarero muy atento y acertado en sus recomendaciones.