Ses Oliveres en Sóller

Gran hospitalidad, deliciosa comida y bebidas (gin tonic, sangría roja). Comimos mejillones del chef, carpaccio de atún, dorada a la parrilla para compartir con algunas guarniciones para 4 personas :) ¡Realmente recomiendo este lugar!

Excelente comida. Todo fue perfecto.

El servicio fue muy bueno, las croquetas estaban excelentes pero la paella lamentablemente no era muy buena (muy quemada y seca). En cuanto a precio es carísimo (6 croquetas 14€). En total pagamos los dos algo menos de 80€ (sólo agua, sin postre ni café).

Comida muy buena y muy buen servicio.

Excelente comida,servicio rápido,recomendable.

Sin duda excelente para el paladar mallorquín, pero para el nuestro, que aprecia la cocina tradicional y celebra una comida excelente con sólo unos pocos buenos ingredientes, lamentablemente fue una decepción. El servicio fue estupendo, la paella que elegimos todavía nos pesaba en el estómago después de horas. En realidad la tarta de queso parece hecha con gorgonzola, el café tenía más agua y los precios eran exorbitantes. Sin embargo, un ambiente muy agradable y, como dije, un personal muy amable.

Un arroz muy bueno y con cantidad. Servicio muy profesional. Recomiendo probar las croquetas. Con vistas al mar, el ambiente es muy tranquilo y agradable. El precio es otro tema.

Buena comida en el paseo frente a la playa, bonito, personal muy atento.

Hemos estado para comer de entrantes carpaccio de atún y calamares andaluza y de plato principal hemos comido un arroz meloso de gambas de Sóller y sepia y de postre hemos tomado una tarta de queso a la vasca. Todo ha estado riquísimo, pero creo que es justo destacar la tarta de queso a la vasca, que estaba inmejorable. Se trata de un restaurante totalmente recomendable, tanto por el servicio, como por la comida, limpieza, sinceramente todo muy bien.

Un restaurante turístico que cuida la cantidad y el mantener una sonrisa. En efecto, es recomendable Ses Oliveres: por estar en frente del paseo marítimo, por donde circula el tranvía que une el puerto con el pueblo de Soller, que en catalán significa "la olla" dada la geografía del lugar, al que se llega con un tren encantado, un tunel para los coh¡ches o una carrera solo adecuada para los masoquistas, con más de 70 curva más que pronunciadas; por cuidar la calidd de sus productos, solo hay que visitar su "acuario" de existencia y la cocina alcanza un nivel mas que adecuado; por un servicio amable aunque la cantidad de turistas, que hace cola en la puerta, agobia al más paciente,y más de un camarero llega a perder de vista alguna mesa, como la mía, al no saber a cuantas mesas debe servir; por su agradable sangría de litro o de medio litro<, pero no por la cantidad ni por la calidad del pan (en Mallorca hay un excelente pan moreno de gran calidad, pero algunos establecimientos no valoran la calidad de algunos detalles que definen la calidad o la indiferencia de los detalles). Y finalmente añadiré que admite mascotas, algo habitual en Europa. Recomiendo este restaurante en días laborables para cenar.