Señora Dolores en Barcelona

Todo estuvo delicioso. Incluso probé algunas opciones que aún no están en el menú. Los sabrosos churros de patata son un gran entrante.

Todo muy rico. Quizá un poco lentos. El inter

Tengo que decir que la experiencia me defraudo. .. A pesar de hacer reserva tardaron una hora en sentarnos y nos colocaron en un sitio que no fué precisamente comodo. La comida tampoco nos entusiasmó; destacaria el tartar de vaca y el ceviche de corvina, el resto nada del otro mundo.

Solo probé sus churros de patatas y me comería unos todos los días. Muy rico!

Todo estaba muy bueno, pero la organización era algo caótica y se transmitía el estrés a los comensales.

buena comida, las patatas son brutal

Pequeño local con ambiente retro gestionado por Cocinero dueño francés (Mathieu). De trato agradable (no entiendo algunas reseñas que lo catalogan de mal educado). Todos tenemos nuestros días y máxime si estamos cocinando y trabajando a destajo. Posiblemente el mejor steack tartare de vaca que he probado en mi vida. Exquisito (para mi gusto le falta un poco de picante pero con tabasco que te entrega si lo pides, se arregla). Ya por eso merece la pena acercarte y probarlo. Completamos con mero frío con gelatina, churros de patatas y ensalada de remolacha. Todo, o casi todo, lo cocina en una pequeña cocina en frente de los comensales. Tiene una churrera con aceite donde te fríe los churros de patata. Muy auténtico. Carta pequeña pero generosa en vinos aunque debo reconocer que un tanto extraños. Cenamos en barra. Me encanta degustar los platos cerca de la cocina. Dios postres en casera. Probamos las peras confitadas con crema inglesa y me supo a gloria. Tiene una pequeña terraza en el exterior. Los precios de carta muy razonables. No así el vino.

Restaurante relativamente nuevo, idea de un chef con experiencia en los mejores restaurantes (Mathieu) y un camarero / jefe de sala que es de lo mejorcito de Barcelona (Jorge). Fantástica e innovadora propuesta. Fritos y crudos. Cañas bien tiradas y vinos naturales. Mis favoritos: lasaña frita, steak tartare y las albóndigas. También las ensaladas en todas sus versiones (van variando según producto de temporada). También tienen una nueva máquina de churros que aún no he probado. Excusa perfecta para volver.

Increíble la comida, el ambiente y el servicio. Los vinos están buenísimos y son de la casa. Definitivamente volveré

Comida casera, original, muy rica y de calidad. Volveremos!