Jornadas de la matanza. Cada, año me gusta más toda una experiencia, exquisita, contundente y muy divertida. La comida una maravilla.
Conchi Montesinos
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13 Abril 2025
8,0
Fuimos al Virrey Palafox en Burgo de Osma a disfrutar del menú de la Matanza del cerdo y fue una experiencia que sin duda hay que vivir al menos una vez en la vida. Un menú de 22 platos, todos bien preparados y muy ricos, con la posibilidad de repetir cualquiera de ellos. El ambiente estuvo acompañado de música tradicional, que le dio un toque especial, y el salón es amplio y muy bonito. Mención especial para los torreznos, crujientes por fuera y jugosos por dentro, simplemente espectaculares. Sin duda, repetiremos
El sitio muy bonito y enorme, la animación muy entretenida y acorde para la ocasión, fuimos a las jornadas de la matanza, hubo muchos platos, unos mejor que otros pero todos bien, una experiencia muy recomendable y el pueblo tiene lugares muy bonitos.
No es una comida, es una experiencia. Y magnífica por cierto. No hay que perdérselo.
Carolina Lopez Garcia
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01 Marzo 2025
10,0
Experiencia gastronómica a base de cerdo, caldos de la zona, postres de cercanía y muy buen ambiente.
Puedes repetir de todo lo que muestro en las fotos.
UN CONSEJO, acudir con mucha mucha hambre, sed y ganas de pasarlo bien.
Mencionón especial para el maestro de ceremonias, cocineros y camareros.
10/10
txetxu01
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27 Febrero 2025
10,0
Encantado comida excelente (comer poco a poco pesar que es mucha comida) trato excelente personal muy agradable y atento a lo que necesitamos,el ambiente muy bueno y agradable nosotros repetiremos y es muy recomendable.
teodoro anton
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17 Febrero 2025
10,0
Si no lo has Vivido, no sabes lo que te pierdes.
AmSSmA SaGa
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09 Febrero 2025
10,0
Queridos lectores, permítanme contarles mi experiencia en este restaurante que prometía un festín gastronómico, pero que dejó un sabor aciago en mi boca y una sensación de desconcierto que me persigue aún en mis sueños.
Al llegar al local, me encontré con cientos de personas hacinadas contra las puertas, una escena asfixiante que ya me hacía presentir algo siniestro. Al entrar, los camareros formaron un pasillo para agasajar a los comensales, portando cuencos llenos de torreznos que ofrecían a los clientes, esbozando sonrísas vacías. Pero lo que me dejó perplejo fue ver decenas de personas portando un babero que festejaba la matanza del cerdo, evocando imágenes de antiguas sectas sacrificiales.
El ambiente era cada vez más enajenado, con cerca de 300 comensales que poco a poco se iban volviendo ebrios y perdiendo el control. Gritos, aplausos, una verdadera orgía de carne y vino. Pero el verdadero estupor llegó cuando el jefe del local, vestido con ropa tradicional y una medalla con extraños símbolos, dio un sermón ensalzando las delicias de la carne y cortó un cochinillo en un tono ceremonial, como si se tratara de un sacrificio a alguna deidad oscura. La muchedumbe jaleaba y grababa con sus móviles, como si se tratara de un evento ancestral.
El ambiente se tornó cada vez más enrarecido, con músicos tocando melodías de dulzaina y tamboril, mientras la gente bailaba en un pasillo entre las mesas, agarrándose y formando una conga ebria. Se empujaban unos a otros, berreaban... daba miedo caer y que te aplastasen bajo sus desenfrenados pisotones . Era el apogeo del evento, un momento de verdadero terror que aún me estremece al recordarlo.
Finalmente, salí del local mareado a la par que turbado, con la sensación de haber sido parte de un ritual pagano en honor al cerdo. No puedo recomendar este lugar a nadie que valore su salud mental y física, y menos aún a aquellos que tengan hipertensión y deban cuidar su consumo de sal. Este restaurante es una verdadera experiencia vertiginosa, un lugar donde el misterio y el terror se entremezclan para ofrecer una experiencia única, pero a un costo demasiado alto... tu cordura.
Fuu Manchú
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26 Octubre 2024
6,0