Saisho en Madrid

Excelente calidad del género y de elaboración, todo ha estado fenomenal, tanto que hemos repetido tempura de langostinos y niguiri de anguila, hemos comido y bebido muy bien! Bastian, creo que el jefe, y su equipo son correctos y majos… recomiendo 100%, mejor reservar ya que tienen gente a tope!!!

Un nigiri sushi realmente memorable y un servicio encantador. El único inconveniente fue que no tenían carta de vinos. Sin duda, tienen una buena selección de botellas; sería genial verlas todas. ¡Aun así, las recomendaciones de Natalia fueron geniales! Aun así, ¡5 estrellas, me encanta!

Hace ya un tiempo que conocemos este restaurante. Y todo y que vivimos en Barcelona siempre conservábamos la ilusión por repetir la visita. Sobretodo, porque realmente se vivía una experiencia gastronómica de calidad. Hoy, hemos percibido, que tal vez si eres cliente habitual, recibes un trato y servicio de calidad. Cosa que es maravillosa. Sin embargo, creo que la atención que hemos recibido no ha estado a la altura, ni mucho menos. Ciertamente, el producto es fresco y de calidad, pero no hemos disfrutado en absoluto, especialmente teniendo en cuenta el precio de esta experiencia. Ya no me quejo por el tema de que no tuvieran condiciones para que la niña (de tres años) se sentara correctamente en la mesa, sino que en un momento de llanto de la pequeña, la jefa de la sala se tomó la libertad de silenciar a la niña, mostrando cierto estado de nervios por la actitud de mi hija. Cosa que consideramos de una falta de respeto y de profesionalidad enorme. Si el espacio es pequeño y cualquier ruido o, en este caso, el comportamiento de una niña de tres años pueda molestar al resto de comensales, quizás deberían valorar otras opciones en la que quizás indiquen que no es recomendado para determinadas edades. Sería conveniente no pretender que un niño/a no pueda llorar o tener un momento de desregulación. Fue evidente la energía de agobio de la jefa de sala y su falta de empatía, en general con todo el servicio de inicio a fin. Sin dudarlo, no lo recomendaremos en adelante. Hasta el momento lo habíamos valorado y recomendado al 100%

Me ha encantado este sitio! El sushi está increíble, todo súper fresco y con mucho sabor. Se nota que lo preparan con cariño y que usan ingredientes de primera. El local es muy agradable, tiene un ambiente acogedor donde te sientes a gusto desde que entras. Además, la atención es de diez: amables, rápidos y siempre con una sonrisa. Probamos un poco de todo y sinceramente cada plato estaba mejor que el anterior. ¡Difícil elegir un favorito! La relación calidad-precio es muy buena para lo bien que se come.Totalmente recomendable, yo ya tengo claro que voy a volver muchas veces. 🍣💖

Sushi impresionante - bajo mi punto de vista lo mejor de Madrid y quizás que haya probado nunca !!

Nuestra experiencia Calidad de la materia prima es muy buena pero de igual forma muy poca cantidad para el precio que tienen, una ensalada diminuta, 2 conos pequeños, una tabla degustación de niguiris y una botella de vino blanco 100€ que estaba bueno el pescado respetando su concepto pero no le colocan ni una poca de salsa además de la soja, creo que para quedar satisfecha abría que pedir 2 veces más de lo que pedimos.. ambiente muy tranquilo y servicio regular.

Esta vez decidimos ponernos en manos del chef y fue una experiencia excelente. No pedimos nada concreto, simplemente dejamos que eligieran por nosotros, y la verdad es que no fallaron en ningún pase y es de agradecer no tener que estar eligiendo :-) Cada cosa que nos sirvieron estaba muy bien pensada y equilibrada. El pescado, como siempre, fresquísimo, y las combinaciones muy cuidadas, con detalles que sumaban sin quitarle protagonismo al producto. Fue un recorrido variado, con mucho mimo en cada bocado. Nos atendió una chica encantadora, muy atenta y cercana. Y Bastián, el chef, se nota que disfruta lo que hace y que le pone muchísimo cuidado a cada preparación. Salimos muy contentos, con esa sensación de haber comido algo especial. Sin duda volveremos a repetir la experiencia.

Hemos venido por recomendación y con muchas ganas de probar algunos platos concretos. A nuestra llegada, el local no estaba lleno, había apenas unas pocas mesas ocupadas y algunos comensales en la barra. Nos atendieron con relativa rapidez al sentarnos, aunque la espera entre platos fue larga en algunos casos. Tuvimos que pedir la carta de vinos un par de veces. Mostraron la botella en la mesa antes de abrirla, pero se la llevaron fuera de nuestra vista para abrirla. Solicitamos una cubitera o algún sistema para mantener el vino frío, pero no trajeron nada, se llevaron la botella, lo que nos obligó a pedir que sirvieran más vino. Entendemos que cada restaurante tiene su estilo de servicio, pero creemos que este detalle puede mejorarse. El punto más decepcionante fue que, pese a que uno de los productos recomendados es el atún, no había ningún plato disponible con este ingrediente. Nos explicaron que, según su criterio, no es buena temporada, lo cual es completamente respetable. Sin embargo, sería importante advertirlo al hacer la reserva o indicarlo de alguna forma, ya que para nosotros era uno de los principales motivos de la visita. Por otro lado, queremos destacar temaki de langostinos, que estaba realmente sabroso. En general, una experiencia correcta, aunque con varios detalles que se podrían cuidar más para estar a la altura de las expectativas generadas y del precio.

Muy rico el pescado! Pedimos un sashimi variado con tres tipos (atún, salmón y lubina) y los tres estaban frescos y bien cortados. El atún tenía un color impresionante, el salmón era muy suave y la lubina también muy rica. También pedimos nigiris: atún, vieira y calamar. Todos estaban sabrosos, con buen equilibrio entre el arroz y el pescado. En general, se nota que cuidan el producto y cómo lo preparan. Fuimos porque nos lo recomendaron desde otro restaurante japonés, y la verdad es que fue un acierto total. Quedamos muy satisfechos y sin duda volveremos.

Simplemente el mejor sushi tradicional de Madrid. El chef es un gran obrador, con una atención al detalle impresionante. Hay que ir con tiempo y paciencia, porque los platos van saliendo despacio. Pero vale la pena!