Rollo Ocho en Madrid

Si hubiera una sexta estrella, la habría otorgado con gusto. Éramos 5 personas y reservamos mesa con 10 días de antelación para asegurarnos de cenar aquí. La comunicación fue excelente en todo momento. Desde el momento en que entramos, nos recibieron con una gran hospitalidad. Debo mencionar especialmente a Flo, quien fue una maître excepcional. ¡La comida estuvo excepcional! Compartimos 3 entrantes: nachos, calamares y croquetas. A esto le siguieron 3 filetes y 2 costillas, todos cocinados a la perfección. Acompañamos los entrantes con una botella de Albariño y los principales con una botella de Tempranillo. ¡Los postres fueron de primera! Soy un fanático de la tarta de queso y las dos porciones que compartimos estuvieron entre las mejores que he probado. Nuestro grupo recibió con mucho gusto un Baileys y un Lemoncello de cortesía. Tuvimos una velada increíble, gracias a Flo y a su equipo.

Si pudiera darle 10 estrellas a Rollo Ocho, no lo dudaría. El dueño, Flow, fue un anfitrión increíble, al igual que nuestro camarero. Nuestro grupo de 6 fue recibido de inmediato y nos recibió con una cálida bienvenida. El ambiente era acogedor y relajado, lo que nos hizo sentir a todos relajados y listos para disfrutar de nuestra cena juntos. La comida, el vino y las bebidas fueron excelentes. Compartimos platos y algunos entrantes. Nos marchamos sabiendo que volveríamos cuando volviera la oportunidad. Gracias, Rollo Ocho, por una noche divertida de comida, bebida y diversión.

El servicio excelente. Buena relación calidad precio. Decoración acogedora

Un sitio al que siempre acudir por la comida, el ambiente, el trato. Recomendable 100%

Es muy muy agradable, el sitio es muy acogedor, todo esta en su justa medida de luz, música y un ambiente familiar y relajado. En cuanto al servicio genial!!!! en platos probamos, los mejillones, la ensaladilla entre otros y la hamburguesa, todo fenomenal!!

Un descubrimiento fantástico. Un ambiente cálido y una cocina perfectamente ejecutada. Comimos las alcachofas con jamón, la ensaladilla rusa y la torrija y todo estaba espectacular. ¡Volveremos!

Fuimos a Rollo Ocho por recomendación para nuestra primera noche en Madrid y, aunque no teníamos reserva, conseguimos mesa en la terraza y nos atendieron de maravilla; el servicio fue excelente. La comida estaba fabulosa; sin duda, prueben las costillas a la barbacoa. Tuvimos una experiencia estupenda y lo recomendamos encarecidamente. El interior del restaurante es precioso y la próxima vez reservaremos seguro.

La experiencia fue maravillosa en todos los sentidos. El ambiente, el servicio, el vino y la comida fueron excelentes. De postre tomé risotto y tarta de queso. ¡Todo increíble!

Ambiente agradable, excelentes opciones de comida desde pizza hasta platos de carne y pescado en una comida bien equilibrada. Hay muchos lugareños, lo que siempre es una buena señal. Excelente servicio, especialmente por parte de la encantadora camarera que habla inglés. Relación calidad-precio.

Restaurante ubicado en el barrio de La Latina de ambiente jovial y desenfadado con una carta de platillos ideados para compartir. De los platillos que probamos destacaríamos: los tomates; el queso manchego de oveja curado en miel; y el jamón ibérico de bellota. Y por el contrario suspenderíamos los platos que requerían cocina: unas piparras demasiado aceitosas y faltas de sal; unas rabas de chipirón y unos boquerones fritos, ambos con exceso de harina en el rebozado que nos impidió apreciar la calidad de la materia prima; y por último y quizás el peor plato de la cena, unas coquinas que además de carecer de sabor, estaban con excesiva arena indicativo de un insuficiente lavado. A nuestro juicio su propuesta parece muy sugerente, pero en el aspecto puramente culinario debería exigirse más si quiere contar con una clientela que además de por su continente vaya también por su contenido. Correcta relación calidad-precio, pero siendo objetivos en esta ocasión no podemos darle mayor puntuación por la cocina, aún entendiendo que un mal día lo puede tener cualquiera.