Rodilla - Plenilunio en Madrid

Soy cliente de Rodilla de "toda la vida". Y me apena el mal estilo de este puesto en Plenilunio. Los sándwiches buenos, como siempre. Pero su personal, en general, deja muchísimo que desear. Hace unas semanas me tocó una joven morenita, que lejos de responder a mi "buenas tardes", pasó un buen rato de mi presencia mientras ponía orden en cosas. Cuando le pareció, me disparó un "qué quiere" y me puso lo pedido sin comentario, con la cara de cabreo con que la envontré. Tal "sota de bastos" ni me animó a cualquier oferta ni dijo más. Ayer, me atendió otra srta., ésta muy blanquita, que tampoco respondió a mi saludo ni preguntó; sólo miraba fija y respondía asintiendo o negando con la cabeza a lo que yo preguntaba. Conseguí que me explicase una oferta y abriera la boca. Marché desilusionado: no sé dónde consigue Rodilla un personal tan basto y nada profesional. Cuando el cliente va con idea de comprar seis, un profesional consigue que marche habiendo comprado doce y contento. Aquí, las ganas son de marchar. Habrá que buscar alternativas. Lástima, porque los sándwiches...

Cafetería bonita, ordenada y limpia. Buen servicio. Sus sándwiches son deliciosos y el café es bueno. Los precios son buenos.

Ambiente tranquilo y atención al cliente respetuosa y servicial, no como en el vecino Ipanema donde la encargada coarta la libertad del cliente de elegir su servicio