Restaurante Venta A Proa en Jerez de la Frontera

Somos de Tenerife y nos ha sorprendido gratamente. Destacar el servicio y la atencion del personal. La relacion calidad precio muy acertada. Si se nos presenta la oportunidad, seguro que volveremos.

Es la primera vez que comimos y no será la última. Fuimos con reserva, aparcamiento fácil y atención del personal de 10. Pedimos un revuelto de gambas buenísimo, Presa, Gallo plancha, albóndigas de merluza. De postre una torrija con bola de helado que está riquísima. Recomendable 100x100.

Las croquetas muy ricas y los fideos con marisco inmejorables. El servicio muy rápido.

Sitio tranquilo para desayunar. Servicio rápido y eficaz. De 10!!!

Excelente comida, buen servicio, buenos precios

Un lugar estupendo donde podrás comer productos de calidad, todo riquísimo y casero, no os podéis perder la torrija que es espectacular. Nos atendió María que fue un encanto y nos trató genial os lo recomiendo.

Nuestra visita a A Proa fue una grata sorpresa. Acudimos sin reserva y, a pesar de ello, el personal nos atendió de manera muy atenta y amable. La experiencia fue excepcional de principio a fin. ​El servicio fue impecable, ya que los platos salieron de la cocina con un ritmo perfectamente escalonado, lo que nos permitió disfrutar de la velada sin prisas y relajarnos entre cada comida. La calidad de los ingredientes se notaba en cada bocado; la combinación de sabores era fantástica, lo que hizo que disfrutáramos de cada plato al máximo. ​Además de la excelente comida, el ambiente de la terraza era ideal. No estaba masificada de gente, lo que permitió tener una velada tranquila y conversar cómodamente. Detalles como las servilletas y manteles de tela, que además estaban impecablemente limpios, demuestran la atención al detalle del restaurante.

Buen sitio para tomarse una cervecita con buenas vistas

No puedo poner falta alguna a este lugar , todo perfecto,y recomendable

Un experiencia muy buena tanto con la comida como con el trato de los camareros, especialmente de Mari que nos llevó la mesa. Volveré sin dudarlo