Restaurante Tierra (en Finca de los Arandinos) en Entrena

Ya desde la llegada, sabes que vas a pasar una estancia única. El hotel, de estilo cubista modernista, se divisa a su llegada, pero con esa ubicación perfecta que no queda fuera de ubicación en todo ese paraje natural. Rodeado de viñedos, las grandes cristaleras aligeran el cemento de su construcción. En el interior, se notan los detalles por todos lados de Delfín, tanto en las habitaciones como en las zonas comunes. El verde de su amada Asturias se divisa por cada esquina, los juegos de los muebles, las antigüedades mezcladas entre ambientes modernos. Todo con gusto. La habitación es perfecta, con vistas espectaculares, aunque lloviese en nuestro caso, pero deja una visión de todo el territorio. La zona del spa, es sencillo pero completo, con varias zonas que hacen las delicias para el disfrute del usuario en general. La bodega ofrece varios vinos (yo probé un crianza que deja un sabor muy agradable) con una calidad personal. La zona de restauración es muy coqueta, aún estando en la zona baja del hotel, ofrece un amplio ventanal que obsequia con unas vistas espectaculares. Además, el desayuno es muy completo, con café o té, embutidos, dulces, cereales, zumos y demás productos de muy buena calidad. Ah! Y muchas cantidad. El parking es enorme y al lado de la puerta de entrada donde, si como en nuestra estancia, estuvo lloviendo, no hay que preocuparse por ello. En definitiva una estancia perfecta, con una gente encantadora y atenta, donde no queda más remedio que agradecer de corazón cada momento vivido en ese lugar. Muy recomendado para los amantes del buen gusto.

Que pena tener que dar esta reseña... despues de mas de 1año comprado vino con su dto correspondiente vuelvo a los meses y me dicen que no me hacen dto . Lógicamente le digo que mire mis facturas y me dicen que no las encuentran...... que pena que la recepcionista Clara ya no esté, era atenta y resolvia cualquier duda. Comprare el vino en otro sitio.

Nuestra experiencia en el hotel ha sido en general correcta, pero nos ha decepcionado en algunos aspectos. Las instalaciones son bonitas y el servicio ha sido amable, pero esperábamos más de un hotel de 4 estrellas. El principal punto negativo ha sido el spa, que nos ha parecido poco cuidado y con escaso potencial para ofrecer una experiencia realmente relajante. No estuvo a la altura de nuestras expectativas, lo que afectó nuestra valoración general. En definitiva, un hotel correcto, pero con margen de mejora, especialmente en su zona de bienestar.

Maravillosa comida familiar. El lugar es precioso, con zonas verdes en altitud y muy bonitas vistas. El servicio del restaurante fue muy bueno. Varias opciones de menú para poder probarlo todo. Raciones abundantes y muy buena elaboración y presentación. Precio elevado pero acorde con el servicio y calidades.

He dejado un par de días para dejar una reseña.Estuve cenando después de una actuación de Gorka Aguinagalde la cual me pareció que por lo que pagué fue corta duro justo algo más o menos una hora, una hora 20€ en silla de madera , hay que dar las gracias por ser corta por la incomodidad, el lugar un espacio rodeado de barricas de vino. La cena ,gran plato pero poco contenido, la entrada con seis anchoas para cuatro, muy justas , croquetas seis , sigo preguntándome de que eran , muy churrascaras. La merluza con tomates cherrys confitados, eran más gruesos (con lo que pierden en volumen) eran más gruesos que la merluza, esta no superaba el centímetro. El solomillo era igual de grueso que la merluza. Cuando he pedido una ración de merluza o solomillo, como mínimo dos dedos de grosor, estás raciones eran más un pincho que un plato. Bien presentado y estaba bien de sabor

Ubicación excelente y servicio muy amable con especial mencion a Sergio. Le hace falta mantenimiento y no se corresponde calidad precio.

Hotel-Bodega de la Rioja Alavesa muy recomendable. Trato familiar y cercano, buen restaurante y con unas vistas y una integración en el entorno que invitan a la tranquilidad. Alguna cosa siempre se puede mejorar pero en conjunto, un lugar para tener muy en cuenta. Sin duda repetiré.

Un hotel bonito y tranquilo. Estuve pasando la noche de mi cumpleaños y fue un agradable descubrimiento. Es un hotel con restaurante y bodega en medio del viñedo. Espacios amplios, Rincones acogedores decorados con mimo. Los suelos con azulejos hidráulicos y los papeles de las paredes son una preciosidad. Me ha gustado muchísimo la habitación. El hotel fue un proyecto de David Delfín y tiene unos detalles geniales en las habitaciones con muebles escamoteados y unas piezas muy singulares. La luz del día en el cuarto es una delicia. Me ha encantado la terraza exterior con los olivos.

Una experiencia genial para ir en pareja. Un entorno tranquilo para descansar y desconectar. Recomiendo también quedarse a comer y/o cenar en su restaurante, y realizar la visita a los viñedos. Fantástico.

Ayer fuimos a hacer la experiencia de la vendimia con pisado de uvas y posterior menú barbacoa con chuletillas y tenemos que decir que fue todo maravilloso. El enclave súper bonito, la visita con el dueño, súper cercana y agradable. La comida buenísima y el sitio y la compañía aún mejor! Esperamos repetir pronto!