Restaurante Sidreria Vista Alegre en Oviedo

Paramos por casualidad…. Pero que alegría. Comimos codillo, fabada, pote y para la niña unos finguers de pollo caseros (estaban riquísimos). Estaba todo muy bueno y de hecho volveremos porque los chuletones de buey que vimos en las mesas …. Tenían muy buena pinta.

Excelente ubicación y comida bastante buena. La lubina que probamos muy buena y enorme, la fabada también muy buena y las croquetas de jamón bastante ricas. El precio un pelín alto, pero aceptable. Lo peor, el servicio: 30 minutos para que nos tomarán la comanda y otros 30 minutos para traernos una ensalada y las croquetas. Al final, tardamos casi dos horas y media en comer. Ah, y en el ticket habían incluido una botella de sidra que no habíamos bebido.

La verdad que la comida que pedimos increible, nos dejamos guiar en todo momento por el camarero y fue todo un acierto, lo recomiendo! El chuletón de buey es un espectáculo!! La atención por parte de ambos camareros muy buena tambien, clave para repetir sin duda!.

No me puedo quejar del servicio porque nos atendieron muy bien. No me puedo quejar de las vistas porque están muy bien. No me puedo quejar del apartamento porque hay No me puedo quejar de la ubicación porque al lado tiene dos iglesias prerrománicas muy bien conservadas y visitables (de paganini) Ahora bien... La comida hay que mejorarla porque llena pero no convence. Repetiría? No, pero para gusto los colores...

Muy buena comida y unas grandes vistas

Comimos en Vista Alegre y la experiencia fue espectacular. Pedimos patatas al cabrales, chorizos a la sidra y un entrecot de buey increíble: tierno, sabroso y en su punto. Todo acompañado de buena sidra y unas vistas preciosas de Oviedo.

Buen sitio para comer, con unas vistas impresionantes donde se ve casi todo Oviedo. Una terraza espectacular.

Lo mejor de este sitio, son sin duda las vistas y el estar próximo a varios de los monumentos del Prerrománico. • Comida: raciones escasas y calidad, algunas cosas buenas otras regular. En nuestro caso el pastel de cabracho estaba seco y nos lo había recomendado el camarero (se ve que le debían quedar los restos y se querían deshacer de ello), los langostinos estaban buenos pero la ración era ínfima. No puedo opinar de las carnes pero tenían buena pinta. Tienen una carta con muchísimas opciones • Calidad-precio: caro para la calidad y cantidad pero las vistas lo compensan. Éramos 2 comensales y Pedimos las gambas al ajillo, pastel de cabracho, 1 cerveza, 1 agua y 1 copa de vino, en total 41€ • Restaurante: tiene parte interior, terraza cerrada, terraza cubierta y terraza con sombrillas. El sitio es muy recomendable por las vistas y la ubicación. • Servicio: muy amables pero algo lentos • Localización: perfecta para visitar los monumentos del prerrománico (San Miguel de Lillo y Santa Maria del Naranco) y también para subir a la gran estatua del Cristo que está situado en el pico del Monte Naranco (Monumento al Sagrado Corazón de Jesús). • Aparcamiento: justo delante o a un lado hay bastante sitio para aparcar coches Muy recomendable para picar o para tomarte algo.

Fue un desayuno... Con vistas. Nos atendieron amablemente y con rapidez.

Desayunamos dos personas, costando 7,5€. Por la calidad? Extremadamente recomendable. Tristemente, no tengo foto de los pinchos, y mira que pena. Un pincho de tortilla... Vamos que pincho de tortilla. Con un pan calentito acompañándolo. Volveré sólo por eso. También un Montadito de picadillo muy rico. También tomamos un Colacao y una café. Las vistas muy bonitas, se ve todo Oviedo. Eso es un bonus.