Restaurante Rocamar en Baiona

Sitio espectacular con una atención excepcional y la comida una lujazo

Simplemente espectacular. La comida, las vistas, el trato del personal...... Volveremos seguro

Muy bien ubicado. Buena comida y servicio excelente. Para repetir pero sin mirar precio pues la calidad lo merece. Sigan así.

Un lugar precioso, excelente servicio y un ambiente fenomenal. La comida está deliciosa. Lo que se podría mejorar son los precios porque es carísimo pero yo le doy un 9,75/10

Asomado literalmente al mar, el Restaurante Rocamar es una joya gallega donde la frescura del producto se respira, se ve y —sobre todo— se saborea. El marisco es el gran protagonista, y llega a la mesa con todo su carácter, sin máscaras ni artificios. Aquí se viene a comer mar, en su versión más auténtica y sabrosa. La variedad es apabullante: percebes, navajas, almejas, centollo, langosta… todos seleccionados con mimo y cocinados en su punto exacto para dejar brillar la calidad del producto. Pura excelencia marina. El servicio es cercano, ágil y conocedor, algo que se agradece al elegir entre tantas delicias. Y si hablamos de vinos, la carta es amplia, bien pensada y perfecta para maridar desde un albariño fresco y mineral hasta etiquetas más complejas que acompañan sin tapar. El comedor, con ventanales que se abren al océano, completa una experiencia que es tanto gastronómica como sensorial. Comer con el sonido de las olas de fondo, en un ambiente elegante pero relajado, convierte cualquier comida en una celebración. Rocamar no es solo un restaurante: es una institución del buen comer gallego. Un lugar donde el mar entra por los sentidos y se queda en la memoria.

Muy recomendable las bandejas pues llevan de todo: percebes centollo langostinos gambas, la segunda bandeja que traen lleva las cosas cocidas como las vieiras preparadas y los bogavantes. Las vistas son increíbles y el trato muy bueno

Exlenten servicio, muy a gusto y personal amable y atentos con los clientes.

Muy buen restaurante. Muy buena comida y sin pretensiones. Honesta y fresca. No es barato pero tiene una muy buena relación calidad precio.

La ubicación es muy buena por las vistas,cubiertos y la manteleria deberían cambiarla más que nada por que es la misma minimo 20 años pero está todo limpio es cierto que hicieron una pequeña reforma y está al más moderno. El servicio muy bueno ninguna queja. Y la comida tampoco excelente quitando el postre de fresas con natas...que no eran fresas si no fresones en una copa sin más tanto la elaboración. Como la presentación de andar por casa las almejas buenas a la marinera ninguna queja y el lenguado lo mismo pero la guarnición está bien sin más pero yo la cambiaría. EN GENERAL UN NOTABLE

Empezando por el sitio.. a parte de bonito bien ordenado, con una gran cantidad de camareros cada cual mas amable. La vajilla y mesas en muy cuidada presentación. Algunos pedimos variado de marisco, increíble la calidad y sobre todo muy buena cantidad, dividido en dos fases; fríos y calientes. No se quedó atrás el arroz con bogavante de dos de los comensales que no querían mariscada. Finalmente para mi niño de dos años un pollo asado con patatas buenísimo muy jugoso. Los postres una locura, lengua quemada buenísima, con una crema pastelera la mejor de mi vida, al igual que las cañitas, impresionantes. Las vistas INCREIBLES, estas metido en el mar y ves el romper de las olas en las rocas. Un 10 para esta gente, sin duda volveremos, enhorabuena por la gestión y el trabajo a todos. El precio me parecía acorde a la calidad que hemos comido, la calidad se paga, y para comer bien no hay que escatimar.