Restaurante Ricardo en A Coruña

Fuimos este sábado 5 personas a comer cocido. La calidad del producto TOP. La atención inmejorable. Sabíamos que el cocido eran 35 € y bebida a parte. Tomamos dos botellas de vino del Bierzo. El vino muy rico también. Pero es un detalle muy feo y fue que nos cobraran a parte también el pan, el agua (1 botella de 1.5 litros) y 4 cafés (de pota). Eso hace que le de solo 4 estrellas. Al final todo salió en 47 € por persona. Total 235 €. Si hubieran cobrado solo el vino y el cocido serían 223 €. Por 12 € quedan mal. Es más si hubieran cobrado 223€ posiblemente le dejaríamos más propina. Como cobraron el pan, el agua y los cafés únicamente le dejamos 5 € de propina. Es cierto que después pedimos otros 4 cafés también de pota y estos no los cobraron. Ricardo debería tomar nota de estos detalles porque el producto y los profesionales son de 10.

Excelente ambiente para degustar platos típicos de la cocina gallega. Nos reunimos con unos compañeros que venían de Madrid y queríamos que se fueran con un buen sabor de boca. Y vaya sabor… Las almejas , zamburiñas y las navajas, estaban de 10. El pulpo en su punto. Todo acompañado con unas botellas de Albariño. Acabamos con unos buenos chuletones de vaca vieja , al punto, Sobresaliente. Los postres caseros son una delicia,sobre todo el flan de huevo. Una tarde que recordaremos , con un servicio impecable.Precio comedido, ya que estás pagando un buen producto. Cuando vienes a sitios como este, que te dejan ese buen sabor de boca, repites, que es lo que haremos.

He ido en varias ocasiones, y siempre he llevado a gente distinta, no han salido defraudados, la calidad de la comida es excelente la atención es lo máximo, no defrauda. Para repetir. El precio va acorde con la calidad.

Sitio perfecto si quieres comer una buena mariscada y producto de calidad.

Comer rico cerca del centro y de Riazor. No es barato, aunque tienes menú por 16€.

Todo lo q pedimos estaba muy bueno buen servicio y los precios bien

Comida espectacular. Muy buena atención. Ricardo, el dueño muy atento. El sitio por fuera engaña. Nos ha sorprendido, y de precio mejor que otros sitios más famosos

Magnífica calidad de los productos, trato exquisito tanto del personal, como del dueño.

Habíamos estado en éste restaurante varias veces con anterioridad quedando muy satisfechos, pero esta vez salimos algo decepcionados. Ningún reparo a los platos principales: 2 excelentes solomillos de ternera, 2 paletillas de cordero y un rodaballo). El rodaballo no estaba en la carta, y cobraron por él 41 €. En algún otro comentario se apuntaba al precio exagerado de los platos que no están en la carta, y esto lo confirma. De los entrantes (croquetas de marisco, navajas y salpicón de lubrigante), bien sin más, pero en el salpicón la cantidad era un tanto escasa par los también 41 € que cobraron, pero al menos está vez el precio estaba en la carta, y más que salpicón era lubrigante al 100%, sin más añadido que el aliño. Los postres (helados, tarta mil hojas y natillas) también normalitos, aunque dijeron que los helados eran de una afamada heladería de La Coruña, y el milhojas de una no menos afamada confitería. El coste final de 309 € para 5 personas me pareció alto para lo que habíamos tomado, pero obviamente se vio penalizado por el lubrigante, el rodaballo y una botella de Quinta Sardonia (38 €). El servicio excelente, amable y servicial.

Un lugar súper agradable. El camarero nos recibió con una sonrisa y siempre gentil. La comida estaba rica, pero el salmón un poco pasado en aceite, sabroso pero con mucho aceite. Aunque en realidad creo que es la forma que tienen en España de cocinarlo, porque en cada restaurante que he pedido salmón, siempre tienen mucho aceite. Independiente de eso el lugar nos gustó muchísimo, un lugar elegante, iluminado, bonito. Pedimos menú del día, costó 15 euros y nos pusieron un vino blanco super agradable.