Restaurante Racó de l'abat en Tarragona

Lo visité cuando estaban en el Carrer de l'Abat. Una experiencia estupenda. Restaurante familiar con una cocina de alto nivel. Deseando repetir para visitarles en su nuevo local. Ojo, para poder conseguir mesa es necesario reservar con varios días de antelación

Qué experiencia tan encantadora con Julio jr, Julio senior y su increíble chef, la matriarca de la familia. Priorizan la calidad sobre la cantidad y hacen todo lo posible para brindarle una experiencia personalizada y detallada. ¡Espero volver a cenar con ellos!

Menú de mediodía de reducida oferta pero con buena calidad. A 22 euros por comensal.

Un restaurante singular y con encanto, el personal super majo y la comida riquísima y super casera. Es 100% recomendable. Si vuelvo a Tarragona repetiré, ojo se trasladan de local esta semana pero siguen en la ciudad, aprovechar para ir.

Es un restaurante familiar, una experiencia, si tienes prisa y quieres comer/cenar rápido, no es tu restaurante. El padre te explica la carta, es como he dicho, diferente. La atención, es muy buena, a su ritmo, pero muy atentos. La comida, muy buena, nos gustó mucho todo lo que pedimos, la calidad y cantidad, buena. Puedes llevar a tu peludo, pero hay que avisar antes, y si se porta bien🐕❤️.

Almorzamos impecable, fresco y bueno el día 22, por la noche un menú de calamares y bacalao y postre 40 sobrevalorado y caro.

Estábamos de luna de miel en Tarragona y decidimos visitar el Racó de l'Abat una noche porque tenía buenas críticas, sin saber realmente qué esperar pero esperando una experiencia gastronómica más auténtica que los lugares más turísticos. El restaurante parece tener capacidad para solo entre 20 y 30 personas en total, por lo que tuvimos mucha suerte de conseguir una mesa sin reservar con anticipación, en virtud de que todavía teníamos horarios de comida en inglés y llegamos casi a las 8:30 p. m. cuando abrió. Debo admitir que al principio estábamos un poco perturbados cuando el hijo del propietario nos saludó y no pudo sentarnos en una mesa sin consultar con su padre (el propietario), que estaba afuera hablando por teléfono en ese momento, qué mesas estaban reservadas. Luego nos sentamos en un restaurante que de otro modo estaría vacío, lo que al principio nos pareció un poco incómodo y casi pensamos en irnos… Pero el dueño vino y nos contó cómo funciona el restaurante: que no tienen menú y que su esposa cocina todo lo que comen ese día centrándose en ingredientes de calidad. En un inglés competente, describió el menú con gran detalle y dijo que también podrían ofrecer un menú de degustación de 5 platos si quisiéramos, lo cual elegimos. También elogió mucho mis intentos de hablar español a pesar de que habían pasado más de 17 años desde que lo hice en GCSE, lo cual fue agradable. Luego nos ofreció unas croquetas para acompañar el vino que habíamos elegido, incluso avisándonos que costaba 15€ la botella (¡¿como si fuera cara?!), antes de servir el resto de la comida que estaba toda deliciosa. Comimos sepia, mejillones y navajas, rodaballo, bacalao con Cabrales (queso azul español, increíble) y cordero (absolutamente delicioso). La comida era exactamente como se describe, extremadamente fresca, bien cocinada y realmente se sentía como una auténtica experiencia gastronómica de Tarragona, reforzada por el hecho de que el resto de la clientela parecían ser lugareños y clientes habituales y el propietario y su hijo tuvieron que rechazar a otros posibles comensales. Toda la experiencia fue excelente y sin duda volveremos si volvemos a Tarragona en el futuro. El propietario y su hijo parecían realmente agradecidos de que hubiéramos venido y nos sentimos muy afortunados de haber tenido la oportunidad de cenar aquí.

Un local con encanto de la ciudad de Tarragona, totalmente recomendable.

Experiencia muy muy recomendable. Julio propietario del restaurante le dedica unos minutos a cada mesa para presentarte su manera de trabajar. No voy a contar nada más que no dispone de carta sino de menú que varía prácticamente a diario. Y que os vais a sentir como en casa porque ellos lo hacen posible. Nos ha encantado la propuesta y todo en general. Ojalá más lugares así. Que te trasmitas ese cariño por su trabajo

Una pequeña familia - restaurante dirigido con un interior acogedor. No tienen un menú fijo, pero le ofrecen una variedad de platos de pescado y carne para elegir. El patrón explica todo lleno de pasión y ayuda cuando se le pide que elija. Todos los platos eran excelentes y llegaron a precios razonables. También el vino. Como son bastante frecuentados, es mejor reservar con antelación. En total - una excelente experiencia culinaria que realmente podemos recomendar.