Restaurante Quinto Cecilio en Medellín

Cenamos en la terraza con vistas al castillo, espectacular el ambiente y la comida.

Magnífica la comida. Ensalada de perdiz, revuelto de carabineros y trufa, los postres… buenísimos. El servicio lo mejor. Manolo nos ha atendido de diez. Profesional y cercano. Estamos pensando la ocasión para volver. Muy aconsejable. Las vistas, espectaculares

Primera vez que íbamos y un sitio sorprendente en todos los sentidos, la localización es única y trabajan una hostelería de bastante nivel, se come increíble, los arroces los hacen en un estilo que no había visto antes y se come con alegría, nada de me falta arroz, propuesta rústica pero con una vuelta de tuerca. La carta de vinos está en otro nivel, tiene referencias y productores que nunca había visto de cerca, dignas de un tres estrellas y pocos tienen lo que hay allí, podimos darnos un buen homenaje pero sin perder la cabeza porque hay botellas únicas y te puedes gastar lo que quieras. Daniel es el alma mater del enorme barco, gran sumiller y anfitrión, lo hace muy bien y pone mucha pasión, algo que se esta perdiendo. Por resaltar, la cristalería es muy top y se agradece muchísimo tomar diferentes vinos en varias copas tan especiales da gusto. Muy recomendable. Volveremos pronto. Dato importante, estaba lleno de gente hasta arriba con boda incluida y nos atendieron de maravilla. Enorabuena de verdad

Quinto Cecilio es un paraíso en la tierra. En la maravillosa tierra de Medellín y rodeado por el Guadiana. Disfruta de la comida mientras puedes observar su castillo, el precioso pueblo y más allá, con las espectaculares vistas que tiene. Pide un buen caldo de la tierra y ya puedes dormir bien a gusto. El servicio de 10 por supuesto!!

Me pareció un poco caro para la cantidad y calidad

La comida increíble y el camarero súper atento y rápido. Un placer volver a este restaurante

Todo bien salvo los precios, excesivamente caro. Realmente muy caro

Magnífico restaurante con unas vistas impresionantes

Quinto Cecilio, sabor y tradición en Badajoz Un restaurante que sorprende. El jamón ibérico, cortado a mano, es pura delicia; los espárragos, en su punto justo, frescos y sabrosos. Pero para mí el verdadero protagonista es el bacalao: lo preparen como lo preparen, siempre llega jugoso y lleno de sabor. Cocina cuidada, producto excelente y un ambiente que invita a quedarse. Imprescindible en Badajoz.

Cena de Fin de Año del SES. Mesas bien preparadas, NO tienen insonorización adecuada, había q salir para relajarse, en uno de mis regresos el hombre de negro que dirigía el personal, me preguntó si necesitaba algo, hice referencia al ruido ambiental, no puedo reproducir lo q me contestó. El plato de mariscos con patas de centolla, no teníamos la cubertería adecuada ……. El helado que siguió estaba presentado en un vaso de plástico con una cucharilla del mismo material, estaba congelado, incomible. El resto del menú bien, solo al pedir un té, me lo sirvieron en una pequeña taza de café con el agua tibia…..,. No vuelvo para un evento multitudinario como este.