Restaurante Pontemaceira en Ames

Restaurante con un encanto increíble.Todo muy rústico y a la vez comida con una presentación actual y cuidada.La atención inmejorable, hoy sólo estaban dos personas atendiendo el local y sinceramente cómo si estuvieran 10.Nos pusieron un rico caldito para la espera que se agradece enormemente. Las vistas en pleno río insuperables...en definitiva,volveremos y por supuesto lo recomendamos. Importante! Por si fuera poco son Pet friendly, no se puede pedir más 😊😊

Sitio muy bonito,trato muy bueno, cocina de muy buena calidad. Muy recomendable.

Borja es un crack y no tube tiempo a degustar la comida pero como es el seguro q genial en semana santa pobraremos

Comida espectacular ,ambiente inmejorable ,vistas perfectas ,lo recomiendo cien por cien

Una excelente experiencia. Hemos comenzado con unas empanadillas de marisco , obsequio de la casa que ya anticiparon la bondad de cocina que nos esperaba. De primer plato croquetas de carne de cocido de excelente factura, la bechamel cremosa con el sabor de la carne que la sazonaba y el exterior dorado y crujiente como corresponde a unas croquetas bien hechas. De plato principal dos entrecortes para recordar, bien tostados por la superficie y tiernos y sonrosados interiormente. Ejecutados “al punto” entendiendo el término con total exactitud. Los brotes de ajo filamentosos y fritos resultaron un estupendo complemento junto con la sal negra espolvoreada y las abundantes patatas fritas con que se completaba el plato. La tarta de queso que coronaba el almuerzo, bien de sabor y cremosidad. Los cafés con leche que remataron la comida, correctos. La atención por parte del propietario y el camarero, exquisita y cordial al tiempo, detectándose no solo el interés porque el cliente comiese bien sino que resultase totalmemte satisfecho. El comedor de la terraza asomada al Tambrea, totalmente acristalada y climatizada, añadió un encanto especial a la jornada. Como resumen, una cocina tradicional con toques de modernidad, ejecutada con honradez y cariño. Personal entrañable y platos abundantes que dejaran satisfecho al comensal más voraz.

buena calidad, pero la relación precio/cantidad no está acorde para nada, un cachopo justito por 30€, un entrecot troceado y escaso por 26€, o que 7 personas gasten 18€ en pan no te incentiva para volver, atención por un sólo camarero muy simpático pero insuficiente, aparcamiento complicado.

1000/10, sitio perfecta, comida exquista, todo perfecto.

Un sitio super curioso, al pié del río Tambre, la carta no es muy grande, pero suelen tener algunos platos fuera de ella, el camarero 100/10 nos lo pasamos genial, hasta se convirtió amigo nuestro, es un comediante super simpático y un experto, la comida super buena, trae un poco de más, con hambre lo te vas a ir, los postres también perfectos un restaurante de 10 en UN sitio de 10 con una gente de 10

Una maravilla de lugar, el encanto que tiene, lo amables y encantadores que son los camareros, nos aconsejaron estupendamente sobre cantidades y también sobre qué elegir, en espectáculo de lugar, muy recomendable, volveremos sin duda.

Maravillosa atención, acogedor el lugar, y excelente comida