Lo primero que quiero destacar es que el servicio es MUY BUENO. Nos ha atendido un camarero muy amable, Miguel Ángel. Sin embargo la comida es bastante mediocre. El chuletón estaba regular, los gambones del montón, los chipirones nada del otro mundo, más bien de este y faltos de sal. Tal vez es mejor venir a tomar tapas, no lo sé, pero venir a cenar no ha sido un gran acierto. El piso de abajo tiene un comedor muy bonito.